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España España · Sevilla
Voto de JLZM:
8
Ciencia ficción. Romance. Drama En un futuro cercano, Theodore, un hombre solitario a punto de divorciarse que trabaja en una empresa como escritor de cartas para terceras personas, compra un día un nuevo sistema operativo basado en el modelo de Inteligencia Artificial, diseñado para satisfacer todas las necesidades del usuario. Para su sorpresa, se crea una relación romántica entre él y Samantha, la voz femenina de ese sistema operativo. (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2014
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me acerqué a ella temeroso, consciente de que esperarla durante tanto tiempo había hecho crecer en mí unas expectativas, quizás, desmesuradas. En este caso era inevitable no ilusionarse, incluso a sabiendas de los fiascos que los ilusos idealizadores como yo nos llevamos. Sobre el papel todo suena tan perfecto… liderada por el personal e imaginativo Spike Jonze, a su disposición cuenta con el loco (tomando la locura como la mayor de las virtudes del apasionado) Joaquin Phoenix dispuesto a empequeñecerse, a mostrarse vulnerable, a humanizarse más que nunca. El elenco de secundarios no desmerece el conjunto, Scarlett Johansson, Rooney Mara, Amy Adams y Olivia Wilde; cuatro mujeres no precisamente nuevas en estas mimbres y que, con mayor o menor relevancia en sus papeles, aportan a la historia diferentes y necesarios soportes. Fuertes cimientos sobre los que sustentar una película, qué duda cabe.

El argumento de la película nos sitúa en un futuro cercano y se nos cuenta la historia de Theodore, un solitario y ensimismado escritor de tarjetas románticas, que no logra superar la ruptura con su antigua pareja. Decide comprar un nuevo Sistema Operativo destinado a cubrir por completo las necesidades del adquiriente. Este SO, de gran inteligencia y capacidad de aprendizaje y evolución, empieza a involucrarse cada vez más en la vida de Theodore hasta el punto en que se enamoran el uno del otro.

Pese a mi confesa efusividad, en los primeros compases de la película me mantuve escéptico ante la propuesta que tenía delante. No la afrontaba de manera natural, me costaba dejarme atrapar por la historia. Quizás todo me parecía demasiado frío. Tenía la sensación de encontrarme ante una nueva historia de Charlie Brooker, y no tomen esto como algo negativo pues pocas cosas me gustan tanto como ‘Black Mirror’, pero yo buscaba una nueva propuesta y no un “algo que me recordará a…”. Pero poco a poco me fui dando cuenta, esta no era otra película cuya sustancia sea criticar el papel de las nuevas tecnologías (aunque lo haga) y la posible distopia a la que nos veamos abocados. Su discurso es más trascendente, habla de algo inherente a todo ser humano y es la capacidad de amar, derivándola a la capacidad de sentir. ¿Qué puede hacernos sentir? ¿Es necesario que eso que sea capaz de hacernos sentir sea biológico? La película nos sitúa en un futuro más cercano de lo que parece, un futuro en el que el ser humano es dependiente de la tecnología para realizar prácticamente cualquier tarea cotidiana. Cuando la tecnología se aplica a las parcelas más intimas de nuestra vida pasamos a ser presos de ella, en la sociedad que se nos presenta es difícil discernir entre lo real y lo artificial; ambos mundos se implican y complementan. Un mundo deshumanizado, en el que cada vez estamos más aislados y la interactuación con las máquinas nos hace ser felices, enfadarnos, frustrarnos, sentirnos realizados,…Entonces, volviendo a lo que decía ¿Podría una máquina hacernos sentir? Yo creo que sí y, por tanto ¿Podría hacernos amar? Hoy día no, pero el techo del mal llamado “desarrollo” tecnológico nadie sabe dónde está. En este terreno se adentra la nueva obra de Spike Jonze. Un terreno existencialista y casi filosófico.
Habla también de la soledad autoinfligida. El aislamiento al que nos sometemos y en el que nos encontramos a veces en diferentes etapas de la vida en las que es inevitable sentirse perdido, que se ve acentuado por las nuevas tecnologías.

Llegada la hora de hablar de las interpretaciones me van a permitir centrarme en los dos protagonistas. Joaquin Phoenix ese titán de la interpretación que, como Cronos, soporta sobre sus espaldas el peso de la película. Un Phoenix mostrando más que nunca su faceta tierna y vulnerable, a raíz del divorcio con su ex mujer se ha vuelto solitario y busca comprensión. Es un animal manso y herido en busca de un refugio que nadie puede proporcionarle. Para mí el mejor actor de su generación. Y Scarlett Johansson que, aunque no la veamos físicamente durante todo el metraje, está presente y de qué manera. Una voz aterciopelada y cálida que inunda la pantalla, tanto como lo haría con su presencia, cada vez que es oída. Que se gana tanto a Theodore como al espectador por su espontaneidad, simpatía y humanidad; exacto, una voz proveniente de una máquina que suena más humana que la mayoría de los seres con los que el protagonista se relaciona. Una voz que llega a quebrarse, llena de matices e interpretaciones. Imposible no ir cayendo poco a poco en el regazo de comprensión que le brinda. Brillante el trabajo de Scarlett. Spike Jonze ha sido muy inteligente escogiéndola para prestar su voz.

Sigo en Spoiler por falta de espacio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
JLZM
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