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España España · Sevilla
Voto de JLZM:
7
Romance. Comedia. Fantástico Tim Lake (Domhnall Gleeson) es un joven de 21 años que descubre que puede viajar en el tiempo. Su padre (Bill Nighy) le cuenta que todos los hombres de la familia han tenido desde siempre ese don, el de regresar en el tiempo a un momento determinado, una y otra vez, hasta conseguir hacer "lo correcto". Así pues, Tim decide volver al pasado para intentar conquistar a Mary (Rachel McAdams), la chica de sus sueños. (FILMAFFINITY)
24 de agosto de 2014
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo negarlo, detrás de una fachada que refleja totalmente lo contrario, se esconde en mí un auténtico fan del cine romántico. Con una salvedad, nunca he sido fan de ñoñerías ni de utópicas tramas que reflejen una falsa realidad e idealización de lo que una relación conlleva. Mi cuerpo no tolera edulcoradas historias de príncipes azules modernos que trascienden de la pantalla para decorar carpetas de hormonadas colegialas, incluso de algunas maduritas que aún no saben distinguir realidad de ficción. Quizás las vivencias, quizás mi manera de ser, me hacen decantarme por finales fallidos, por relaciones donde las vivencias buenas y malas se intercalan al igual que los aciertos y errores de quienes la forman; el ser humano es imperfecto y así lo son también sus relaciones. Comprenderéis, pues, porqué huyo de películas como ‘Un paseo para recordar’ (Adam Shankman, 2002) o ‘El diario de Noa’ (Nick Cassavetes, 2004) y, en cambio, me fascinan títulos como ‘Closer’ ( Mike Nichols, 2004) o ‘Blue Valentine’ ( Derek Cianfrance, 2010). Pese a esto que les comento, hay un señor al que se le da muy bien joderme la pose pesimista, es británico y se llama Richard Curtis.


Richard Curtis saltó a la fama por producir y escribir ‘Cuatro bodas y un funeral’ ( Mike Newell, 1994). Su paso a la dirección no pudo ser más acertado ya que nos regaló esa coral comedia romántica, convertida en clásico moderno, que es ‘Love Actually’ (Richard Curtis, 2003). Su visión de la comedia romántica ha aportado un necesario soplo de aire fresco a este género vilipendiado y denostado por infinidad de directores y películas horrorosas. Un buen guión, ritmo en la narración, carisma, humor, toque British y, por qué negarlo, cierta cursilería (soportable) son sus señas de identidad.

‘Una cuestión de Tiempo’ nos traslada a la vida de Tim Lake (Domhnall Gleeson) un joven al que , en su 21 cumpleaños, su padre le desvela un secreto y es que todos los hombres de su familia pueden viajar en el tiempo. Cuando Tim conoce Mary (Rachel McAdams) decide sacar partido de su don para lograr conquistarla.

Una premisa sencilla, aderezada con un toque de ciencia ficción, le basta a Curtis para realizar una reflexión sobre una temática aplicable al amor pero también extrapolable a cualquier aspecto de la vida: el disfrutar de cada día, de cada momento, el carpe diem. Un manido mensaje que cobra interés en esta película, revitalizándose. A través de los viajes en el tiempo Tim va repitiendo y arreglando situaciones en las que ha actuado mal o metido la pata; todo va sobre raíles, hasta que los cambios que realiza en el pasado empiezan a tener su trascendencia en el presente. El pasado tiene su eco en el presente y, de este modo, es necesario vivir el día a día aunque eso suponga cerrar páginas del pasado; siendo ésta la única forma de crecer. Si algo se le puede achacar a la película es de ser convencional en bastantes aspectos y es que, quitando el asunto de los espacios temporales, la trama nos produce un déjà vu constante en la manera en la que la pareja se conoce y como se va desarrollando su relación. Echo en falta una idea de pareja menos idealizada, desde el momento en que se conocen la relación fluye paulatinamente y pocos obstáculos se encuentran en su camino que les impidan prosperar; no hay discusiones, confrontamientos,…en la vida real no es así, como ya he expresado anteriormente.

Si con algo cuenta la cinta es con un grupo de actores carismáticos y entregados a la causa. Domhnall Gleeson encabeza el elenco, soportando sobre sus hombros el peso de la película y mostrándose muy solvente tanto en registros de comedia como dramáticos. Rachel McAdams se muestra encantadora, es imposible no empatizar con esa chica alegre de sonrisa perpetua que entra en la vida de Tim impregnándolo todo con su carácter, típico papel que le viene que ni pintado a McAdams. Mención especial a los secundarios, un fantástico Bill Nighy (habitual en películas del director) que encarna al entrañable padre de Tim y que aporta los momentos más dramáticos a la trama, Tom Hollander, Margot Robbie, Rowena Diamond,…todos representan personajes bien diferenciados y peculiares que contribuyen a enriquecer la película.

Destacar el ritmo narrativo, pese a las dos horas que dura la película en ningún momento se hace pesada. También, en parte, a un solvente guión que permite la evolución de los personajes y el desarrollo de los hechos alternando espacios temporales con facilidad para el seguimiento de la historia; solo los más exigentes encontrarán algún fallo reseñable en ciertas paradojas temporales de poca enjundia. La banda sonora, como ya ocurriera en ‘Love actually`, es para enmarcar. La fotografía, a cargo de John Guleserian, es otro de los puntos fuertes de la película.

‘Una cuestión de tiempo’ es una película cargada de personalidad, con el indiscutible sello de Richard Curtis, en el que ciertos convencionalismos no impiden disfrutar de una bonita historia de amor impregnada de optimismo y de mensajes vitalistas; recoge el testigo que un día dejó ‘Love Actually’. Una historia trabajada, que invita a desconectar y entretiene sobremanera durante las dos horas que dura la experiencia. Mezcla el humor, el romance y el drama con acierto. A veces, y solo a veces, idealizar el amor puede ser una buena cura. Notable.


@ZarcoJL
www.cinefagosmuertos.com
JLZM
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