Lo más triste es que podría haber sido otra cosa. Los cinco primeros minutos, que narran la historia pasada del emperador Dragón, prometen algo más, un filme de aventuras clásico con una maldición milenaria de fondo y mucha mucha acción. Un buen divertimento veraniego.

Sin embargo, la primera escena del protagonista (esa en la que está pescando) nos da ya una pauta clara de los derroteros por los que va a discurrir la cinta: humor infantiloide, falta de imaginación, histrionismo interpretativo y una completa incapacidad del director para medir y dotar de ritmo a una buena historia de aventuras.

Tal vez algún día los grandes estudios y los artífices de producciones carísimas como esta comprendan que ni todo el dinero del mundo sirve para algo si falla la base de cualquier película (sea del género que sea): el guión y los personajes.

Yo supongo que el guión de esta Momia 3 fue escrito en una guardería por cuatro mamarrachos vestidos con babis cuyos encefalogramas planos creen que a estas alturas a alguien le parece gracioso que un personaje grite que se le quema el culo. Los chistes son tan malos y previsibles que la vergüenza ajena es absoluta.

Y con respecto a la dirección, pues casi sin palabras: escenas confusas y marerantes, situaciones inverosímiles, caóticas y sin explicación alguna, diálogos trillados, personajes moviéndose sin sentido, gritando, soltando gracias de parvulario…, en fin, un desastre.

Lo único salvable, y de ahí que tenga un 2 y no un 1, es que la idea de la leyenda y la maldición no es del todo mala y hubiera dado para más, y que Jet Li es la única que se salva de la quema en un plantel de actores que roza el más absoluto de los ridículos. María Bello está para matarla, el Fraser no se cree ni él el papel, etc.

Pues nada, un bodriete más para alimentar el ansia de voraces palomiteros anodinos, de esos que hablan en el cine y hacen chistes en alto para tener su paupérrimo y anodino minuto de gloria en sus vacías e insulsas vidas, además de para provocar la risa de otros maleducados tan insufribles y despreciables como ellos.

No vayan a ver esta peli, corren el peligro de volverse como ellos.