Brillante film del cineasta iraní Reza Parsa que une dos historias de humillación y violencia contra el más débil, que son aparentemente diferentes pero que tienen numerosos puntos en común.
Por una parte, el director nos narra la historia de un niño de 12 años y sus problemas de adaptación en la escuela, pues sufre acoso escolar o "bullying" por parte de un matón de patio de colegio tan odioso como miserable.
De otro lado, está la historia de un taxista nacido en Palestina, de oscuro pasado y que huyó del ambiente político de su país hace tiempo, sobrepasado por los dilemas morales que se le presentaban contínuamente en ese entorno de guerra civil, para formar una familia en el mundo civilizado, un mundo idílico (la sociedad escandinava) que no lo es tanto, pues alberga matones de patio de colegio que hacen la vida imposible a compañeros a los que consideran unos pringados y empresarios sin escrúpulos que en su país no se saltan un semáforo en rojo, pero que no dudan en exportar armas de destrucción y muerte a lugares que consideran remotos y habitados por ciudadanos de segunda.
Sin embargo, el destino entrecruza caminos aparentemente al azar, y al final casi todo está conectado. La miseria moral puede tener un efecto boomerang para quien la practica, uno no puede andar por el mundo machacando a los demás sin que alguien algún día se enoje y quiera defenderse o vengarse.
A partir de esa premisa, Reza Parsa construye un film que dejará al espectador sin aliento y desconcertado ante los dilemas morales que se le ofrecen.
Excelente película que consigue mezclar con acierto el acoso escolar, el amor, el terrorismo islámico, el cine, las creencias religiosas, la familia, las mentiras y la miseria moral que se oculta detrás de muchos grandes negocios y en muchos patios de colegios; un film, en definitiva, que enriquece un poco más el excelente cirrículum del cine sueco.