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Voto de Kick'Em Ars:
10
Comedia En un balneario de la costa atlántica, los veraneantes son incapaces de apartarse de sus rutinarias costumbres urbanas. Hasta que llega monsieur Hulot al volante de su viejo cacharro y rompe la calma estival. Para gran alegría de los niños, Hulot ofrecerá a los huéspedes del hotel unas vacaciones inolvidables. (FILMAFFINITY)
25 de junio de 2006
58 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es verano y en un hotel de la costa bretona se reúnen turistas de habla francesa, inglesa y germana. Y, con todos, el señor Hulot que, hablar, no habla mucho y, sin embargo, no pasa desapercibido entre sus eventuales convecinos. Aunque no pueda negarse que es un hombre considerado, hay que reconocer que el señor Hulot suele ser de lo más inoportuno, por lo que sus buenas intenciones desembocan a menudo en hecatombe. Es una persona sociable pero, aunque no se dé cuenta o aunque no le importe, es un ser asocial. No es extraño que desde el primer día de vacaciones despierte ojeriza en el militar retirado, un viejo autoritario y metódico. Sin duda, Hulot no se ve como un tipo solitario, desgarbado, extravagante y anárquico, sino que tal vez se imagine a sí mismo como un héroe aventurero y romántico, semejante al pirata del que se disfraza para poder bailar con la chica de la que se ha enamorado.

Escena tras escena, cualquier personaje puede protagonizar una situación cómica, casi siempre basada en lo ridículo de lo convencional. Solo el señor Hulot se sale de lo ordinario y es capaz de sembrar el caos en la playa por sus arduas relaciones con las personas (el dueño del hotel, la bella Martine...) y, también, con los objetos (la barca, la caseta de fuegos de artificio, su propio automóvil...). Aunque Jacques Tati filma la variopinta sociedad playera con irónica sorna lo hace también con entrañable cariño. No es baladí el plano que muestra por vez primera la playa, con las cabezas infantiles en primer término, con el significado de descubrimiento que ello conlleva, al menos para el espectador que conserve el recuerdo de la primera vez que vio el mar. El humor no nace de la realidad misma sino de cuestionarla (1) y Les vacances de Monsieur Hulot es una observación personal de lo más irrisorio del comportamiento social; pero si funciona es porque las situaciones representadas devienen reconocibles para el espectador (a no ser que éste prefiera la montaña).

(1) http://www.filmaffinity.com/es/review/58938453.html
Kick'Em Ars
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