Desde las primeras escenas hay que rendirse a la belleza y espectacularidad tanto del paisaje natural como a la estructura y excelente composición de las escenas.
El argumento, en su conjunto, posee interés y está jalonado por diversas situaciones muy bien resueltas desde el punto vista cinematográfico de forma que resulta seductor para el público infantil y muy atractivo para el adulto.
La interpretación de J. Weissmuller y de M. O´Sullivan se ajustan a lo esperado pero sorprende la brillante aportación de J. Sheffield bajo la mirada atenta, una vez más, del prolífico y versátil R. Thorpe.
Las reglas de la selva impuestas por el legendario personaje de E.R. Burroughs vuelven a dejar su mensaje escrito en la pantalla gracias a la desenvoltura que caracteriza al director estadounidense.