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España España · Barcelona
Voto de SCuenca:
7
Ciencia ficción. Acción Año 2028. La compañía multinacional OmniCorp domina la tecnología robótica. Sus robots han ganado todo tipo de guerras fuera de los Estados Unidos y ahora quieren probarlos dentro del país. Por su parte, Alex Murphy, un policía de Detroit, trata de acabar con la ola de crímenes que arrasa la ciudad. Cuando Alex resulta gravemente herido en acto de servicio, OmniCorp utiliza sus conocimientos de ciencia robótica para salvarlo y también ... [+]
16 de febrero de 2014
22 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un remake diferente. José Padilha (Tropa de Élite 2, 2010) sabía que tenía un difícil trabajo que era el de hacer un film que convenciese al público, siendo muy consciente de que tanto él como el propio espectador tenemos muy grabada en nuestra memoria al Robocop ochentero de Paul Verhoeven, difícil de olvidar. Además de confeccionar un remake que no fuese un calco escena por escena del original, ha logrado darle un giro de tuerca a la historia, respetando la trama original, pero ofreciéndonos otro enfoque. Siendo muy inteligente, ha querido desmenuzar al hombre/maquina y adentrarse en sus entrañas, sin secretos y sin nada que esconderle al espectador. No obstante, si hay algo que reprocho al film es su blandenguería, muy apta para todos los públicos, en la que se echa en falta esa crueldad o violencia que sí poseía el film del holandés, además de un villano mucho más sanguinario y malévolo. Aquí es un hazmerreir. Un fantoche.

Nos encontramos en Detroit, en un futuro no muy lejano en el que Omnicorp garantiza la seguridad en el mundo excepto en Estados Unidos en donde una ley impide que los robots tomen las calles. En una sociedad en que los índices de criminalidad copan las estadísticas, policías como Alex Murphy junto a su compañero Jack Lewis intentan dar con el sospechoso suministro de armas policiales a delincuentes. Murphy, víctima de una trampa en la que acaba gravemente herido en el que se debate entre la vida y la muerte, acaba en las manos de Omnicorp, compañía que utilizará su tecnología para introducir su cuerpo en una máquina. Los perversos planes de la compañía sirven para contentar a una población que por fin ven con buenos ojos el hecho de ver un robot con conciencia.

Tenía mis dudas sobre si Joel Kinnaman (Dinero fácil, 2010) iba a ser el adecuado para relevar a Peter Weller (Star Trek: En la oscuridad, 2013) como Alex Murphy y debo admitir que al final lo logra y todo sea dicho, sin mancillar el legado, todo lo contrario, ya que desearía por mi parte volverlo a ver a enfundarse en la máquina. Buen trabajo para el sueco al cual el film de Padilha imagino que le supondrá un salto a la gran pantalla. Me repatea que el gran tapado de la historia sea Michael K. Williams (12 años de esclavitud, 2013), actor que da vida al compañero de Murphy, Jack Lewis. Digo esto porque además de encontrarnos con un agradable homenaje (cabe recordar que en la original, Murphy tiene una compañera femenina), su personaje tiene potencial para mucho más. Gary Oldman (El topo, 2011) por su parte cumple bien como el Dr. Norton, el hombre nos hará cuestionarnos donde está el límite de entre lo correcto e incorrecto, de que no se puede jugar con la vida de un ser humano. Todo lo contrario es el personaje que encarna Michael Keaton (Raymond Sellers), presidente de Omnicorp, un hombre sin moralidad alguna ni sentimiento al que da la sensación de que para él Robocop es más bien un juguete/capricho que otra cosa.

Quiero recalcar también el ambiente futurista que ha logrado plasmar Padilha en el film, una época distante pero no lejana. En la que China es el reducto perfecto para montar un laboratorio oculto, en la que los coches se asemejan a lo que imaginamos junto a la tecnología móvil, la cual no nos engañemos, va a acabar adhiriéndose por completo a nuestra vida.

Pienso que al final el resultado ha sido bueno, pero incompleto, encontrándonos ante una cinta que creo que tiene como objetivo ser una toma de contacto entre el público y el protagonista al igual que se hizo con Dredd en 2012. Pero claro, los resultados en taquilla serán los que determinen si Murphy debe seguir galopando con su futurista moto por Detroit y deteniendo a delincuentes o si al contrario, ha sido un fracaso comercial y no continuar con el proyecto. Mi voto de confianza lo tiene.
SCuenca
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