Los habitantes de Uglyville no son conscientes de sus defectos hasta que descubren Perfección, la academia a la que asisten los muñecos sin taras. Kelly Asbury hace una crítica a la sociedad que impone unos cánones de belleza inalcanzables. Y lo hace en forma de musical alegre y divertido. Sus canciones harán que este mensaje llegue a los más pequeños: nadie es perfecto y no importa.

Moxy, la protagonista, nos da una lección de autoestima y perseverancia. Es un personaje que sabe perfectamente cómo es y no ve nada malo en su aspecto. No deja que nadie le impida perseguir su sueño. Incluso cuando consiguen hacerla sentir mal, coge fuerzas para darse cuenta de que lo que de verdad importa es la gente que te quiere y que lo que digan los demás está de más. Ella y sus compañeros te hacen sentir bien; son seres inocentes que nunca juzgan a nadie y aceptan a todo el mundo. Además, sus comentarios están llenos de humor para hacer reír tanto a los niños como a los adultos.

Esta animación cuenta con una gran calidad técnica, los muñecos están hechos de diferentes texturas perfectamente diseñadas. Se puede ver el hilo con el que los cosieron, los cabellos hechos de lana y algunos cuerpos peludos. También los efectos sonoros están muy conseguidos, de modo que la unión de oído y vista permite imaginar cómo sería el tacto de lo que se nos muestra.

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