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San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
9
Drama A mediados de los años 60, la joven de 17 años Cathleen, criada por una madre soltera no religiosa en una zona rural de Tennessee, decide ser una sierva de Dios, pero durante su noviciado comienza a cuestionar su fe católica mientras recibe la formación para convertirse en monja. (FILMAFFINITY)
18 de agosto de 2018
14 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Novitiate es un muy buen producto cinematográfico del género religión (cristianismo católico).

Estamos ante una película que no será recomendada en casi ningún periódico, radio o televisión como lo son otras numerosas mediocridades de diversos géneros y en particular si tratan de algún modo contra la Iglesia Católica (la reiterada «mala de infinidad de películas»); pero mil veces mejor y con un gran mensaje de fondo:

Propone esta obra o puede entresacarse lo siguiente: si bien, de siempre es humanísimo y antropológico buscar y dedicar gran parte de la vida a hablar con Dios en silencio y unirse a otros seres humanos que también se sienten anhelantes de la misma imantación religiosa, incluso apartarse del ruido o ruidazo mundano (por más que esto les parezca descabellado y locura a muchos hoy en día), sigue y seguirán habiendo mujeres jóvenes que opten por abtenerse de la mundanidad, de la práctica del sexo y de la procreación, algo que merece el agradecimiento humano general pues al hacerlo éstas están brindando al resto de la Humanidad un espacio y un renunciamiento dignos de tenerse en cuenta en medio de la plaga que supone ya casi ocho mil millones de seres humanos desmadradados sobre el planeta. Lo cual no quita que algunas de estas creyentes emprendedoras de la fe, de la caridad y de la esperanza, militantes vitales de estos ángulos principales de la religión, voluntarias del existencialismo habitual de relacionarse con Dios Amor, Bondad y Misericordia, es decir personas atraídas a ser candiles que deciden ponerse en alto para alumbrar las tinieblas procreativas de la humana mundanidad, se planteen si su predisposición ha de conllevar necesariamente el someterse a un estilo de vida donde hay que abdicar de la mínima dignidad y hasta de la reserva individual del subconsciente o de la propia conciencia para que la que está o los que están al mando de su ordenamiento religioso se sientan a gusto con su propia degeneración mental, religiosa y profesional.

En resumen, que sentirse una mujer joven atraída hacia Dios conlleva «algo más», sin que ese «algo más» tenga necesariamente que ver con dar rienda suelta a las pulsiones sexuales; es que una sana y joven mujer que desea entregar ésta su vida a Dios: «necesita algo más que ser una borrega monja».

Fej Delvahe
Fej Delvahe
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