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San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
6
Drama. Romance. Aventuras La última película de Murnau antes de su precoz muerte empezó como una colaboración con el famoso documentalista Robert J. Flaherty, aunque por diversos razones acabó dirigiéndola Murnau en solitario. Rodada en Tahití y Bora-Bora, cuenta la historia de unos amantes enfrentados a los ritos y tabúes de las islas del Pacífico Sur. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2007
26 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película en la que su mayoría de actores son nativos utilizados sobre el mismo terreno. El argumento es clásico pero junto a una geografía muy exótica para los comunes aficionados al cine de la primera mitad del siglo pasado (dos jóvenes enamorados; ella es obligada a casarse con un viejo guerrero al que no quiere; los dos amantes huyen; para sobrevivir ambos en otra isla, él tiene que ganarse la vida sumergiéndose a por ostras o perlas; y más, y mucho más), toda una historia con guión, argumentada, al estilo de los dramas clásicos de amores. Tal como señala el subtítulo original de la obra, se trata de "UNA HISTORIA DE LOS MARES DEL SUR". Lógicamente al estar rodada a principio de los años treinta (s. XX) es cine mudo, en blanco y negro, con explicaciones escritas intercaladas para facilitar a los espectadores el desarrollo de la trama. O sea, un film con un argumento narrativo en la línea de Romeo y Julieta, Tristán e Isolda o de cualquiera de las grandes historias de amor ocurridas en el mundo, sin menospreciar las que hayan vivido nuestros abuelos cuando tuvieron amores con nuestras abuelas.

La película se llama "Tabu", refiriéndose a ese concepto ya universalizado, originario de los nativos melanesios o de las islas de los mares del Pacífico Sur, que significa "prohibido". Pero F.W.Murnau demuestra en su filmación más tabú alojado en su subconsciente que el de los sencillos habitantes de Bora-Bora con los que filma este film; pues salvo una o dos mujeres que salen con sus pechos desnudos moviéndolos alegremente al danzar, en el resto de la película viste a todas las demás incluso al presentarlas aseándose en unas charcas del río — cuando un grupo de muchachas isleñas se han apartado para bañarse y jugar juvenilmente entre risas, aparecen en tales menesteres ¡¡¡vestidas!!!—; algo completamente innatural en ese tiempo, en ese medio y en esa gente. Y ¿por qué este artificialismo? Por el tabú mental de Murnau a mostrar luego su film en la sociedad Occidental europea o norteamericana y que escenas reales de muchachas al natural, escandalizaran a los ciudadanos del "mundo civilizado".

Trabajo cinematográfico interesante y digno de mérito, máxime visto desde nuestros días; pero no para considerarlo excelso o eminente.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
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