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España España · Neverland
Voto de Dragondave:
8
Romance. Drama Una noche, en una discoteca, ves a una chica, te enamoras de manera fulminante y se lo dices. Aunque no te hace mucho caso, pasas con ella el resto de la noche. ¿Qué ocurriría si, al día siguiente, no fuera la chica que parecía ser? Una noche, en una discoteca, se te acerca el típico chico que dice que se ha enamorado de ti. No le haces caso, pero después compruebas que no es el típico plasta, es simpático, encantador y realmente se ha ... [+]
8 de noviembre de 2013
103 de 108 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para empezar a hablar de Stockholm hay que mirar primero la difícil situación de la industria cinematográfica española. Con ministros que tiran piedras sobre su propio tejado y una difícil situación económica que hace que financiar proyectos sea una empresa muy arriesgada. Así, películas de corte minoritario y/o de equipo técnico novel encuentran mil y un problemas para llevarse a cabo y, en caso de tener al final la fortuna de realizarse, viene la no menos difícil tarea de la distribución en cines. Así, muchos proyectos acaban muriendo sin llevarse a cabo o solo una pequeña minoria son los que tienen el privilegio de verlas.
El director y guionista del proyecto, Rodrigo Sorogoyen, después de decidir que su proyecto para un cortometraje se convirtiera en una película, consciente de esta grave situación, y después de reunir todo el capital que pudo de amigos y conocidos, recurrió a Verkami (reconocida página de crowfunding) para conseguir el dinero que aún le faltaba para sacar el proyecto adelante con la suficiente calidad.
El equipo técnico y artístico no recibió sueldo alguno durante los doce días de rodaje (no había presupuesto para más), para no comprometer la estabilidad económica del proyecto, y, a cambio, se convirtieron en productores asociados.
Al fin, después de la colaboración de 244 personas a través de Verkami (a las que se recompensó, según su aportación, con descargas en HD, Dvds de la película o entradas para la premiere, entre otras cosas) que aportaron 13.050€ de 8000€ que se pedían y que, por supuesto, salen en los créditos finales de la película, Stockholm se convirtió en una de esas pocas películas que sobreviven al proceso y llegan a nacer.

Por ello, que tras todo este camino empedrado la película haya llegado, no sólo a estrenarse en cines (unos 15 en toda España), sino al festival de Málaga haciéndose con tres premios (director, actriz y guión novel) es para ponerse en pie y aplaudir.

Si encima de todo esto, la película está resultando todo una revelación y recibe elogios de todo aquel que la visiona, hablamos de un éxito merecido y compartido. Éxito para Sorogoyen y todo el equipo que hay detrás de la película, para el crowfunding, para el cine minoritario y para el cine español en general.
Una película de apenas dos actores y tres o cuatro escenarios, de una sencillez envidiable y enorme calado emocional.

Un guión con dos partes bien diferenciadas, la noche y el día, mostrando dos caras opuestas de sus protagonistas, presentando por la noche un amor idílico en clara referencia a Antes del amanecer, por el día un thriller psicológico que completa el díptico.
Sus protagonistas, Javier Pereira (Tu vida en 65', Heroína) y Aura Garrido (El Cuerpo, Los ilusos) están espléndidos en sus papeles, mostrando varios registros sin que ninguno desentone, dándose la réplica y llenando la pantalla, dotando de veracidad su encuentro amoroso.
Ambas partes tienen su carga dramática y la tensión adecuadas para que la hora y media sea un viaje compartido entre el espectador y la película. No hay momentos para desconectar, Sorogoyen e Isabel Peña no les dan cabida en el inteligente guión. Lo que sí se permiten son unos pocos "momentos mágicos" que perdurarán en la memoria y sacarán la sonrisa bobalicona cuando vuelvas a ellos en la memoria.

Una historia atrayente a la par que profundamente humana, podría decirse que generacional, donde los jóvenes verán reflejadas sus inseguridades emocionales y otros dilemas morales que convierten a Stockholm en algo más que un drama romántico.
Nunca Madrid fue fotografíada de noche con tal belleza, dando la sensación de que todo puede pasar en ella. Y así fue, que mientras un director soñaba con llevar a cabo su proyecto donde dos chavales chocaban en la inmensidad de la noche, en las más precarias de las situaciones se gestaba la mejor película española y una de las mejores en general de lo que va de año. Y es que la luna luce más de noche.
Dragondave
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