Después del éxito de Django, vimos cientos de Spaghetti Western en el que se usaba de gancho el nombre tanto para el titulo de la cinta o para el nombre del protagonista de turno, pese a que la cosa no tuviera nada que ver con el Django original.
No es el caso de esta cinta, que cuenta la historia de como Django se convirtió en un pistolero ejecutor.
Como Franco Nero se negó a volver a hacer el mismo papel, se eligió a un desconocido actor italiano por su gran parecido con Nero, Terence Hill. Con el tiempo, el rubio actor llegó también a lograr mucha fama en el genero.
Pese a que normalmente se piense que segundas partes nunca fueron buenas, estamos antes una buena historia de venganza y muerte, que pese a no llegar a los niveles de la primera parte, se deja ver con agrado.