La directora suiza Bettina Oberli nos propone una reflexión sobre el tema del ecologismo a través de los ojos de Pauline (Melanie Thierry) una chica en medio de un paisaje idílico de las montañas de Jura (Francia), que se encuentra en la granja que heredó tras la muerte de sus padres. 
Allí vive con su marido Alex (Pierre Deladonchamps) los dos muy comprometidos por proteger y conservar la naturaleza. Luchan por la defensa de su entorno algo que los une tanto en su vida profesional como privada, por eso deciden instalar un ventilador eolico para tener energía eléctrica limpia. Pero cuando lo van a instalar Pauline conoce al Ingeniero y empieza a plantearse si esa es la vida que quiere...
Mélanie Thierry ofrece mucha intensidad a ese retrato de una mujer que no sabe cómo manejar sus sentimientos, Pierre Deladonchamps resulta también muy convincente como ecologista bastante radical que incluso se niega a que los veterinarios controlen a su ganado. Nuno Lopes es Samuel y Anastasia Shevtsova interpreta a una ucraniana de Chernobil que pasa los veranos en Francia para cambiar de aires.
Todo un viaje emocional de una heroína que siente que necesita un cambio radical en su vida. Una especie de fábula con algo de crítica social.
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