La historia resulta en un principio interesante. Cuatro amigas se preparan ante un verano lleno de incertidumbres al no estar juntas, y para hacerlo más ameno deciden compartir un mismo pantalón a fin de saber interiormente que todas están ahí.
Este objeto obtendrá un valor especial; casi mágico; para ellas al observar que a todas les ocurren cosas cuando lo llevan puesto.
Realmente este pantalón hará que cada una realice un cambio interior y evoluciones de chica a adulta. Las cuatro vivirán un verano lleno de pasiones y llantos al comprobar lo que han dejado atrás y todo lo que les queda por delante.
Es cierto que tiene momentos realmente divertidos, pero al final la película se convierte únicamente en un film para pasar el rato.
Aunque el planteamiento del valor de la amistad por encima de cualquier adversidad está claro, creo que se podría haber sacado mucho más partido al tema, y haber disfrutado con una película donde unas jóvenes saben que pueden contar con alguien aunque se encuentre a kilómetros de esos vaqueros.
En fin, historia sencilla que entretiene y no se hace pesada, pero que deja una amarga sensación de que se podría haber exprimido mucho más.