Basada en un hecho real, este film nos presenta los últimos momentos en que la India fue colonia inglesa. Unos momentos cruciales para el mundo debido a las importantes decisiones políticas que se tomaron; y también porque se creó un nuevo país llamado Pakistán.
Este guión tiene muchos aspectos para ser una gran película, y hacer que el espectador disfrute enormemente con lo que está viendo; y además aprender de historia del siglo XX.
Pero esta película tiene un problema, y es que en ciertos momentos (sobre todo al principio) está narrada y desarrollada de una forma que parece un telefilm. Uno no es consciente de que está viendo un film de calidad, sino una película de formato más mediocre destinado para un cadena de televisión.
Es cierto que eso cambia a la media hora, y uno puede ver ese toque mucho más profesional. Y el problema no está en la historia; sino en la forma en que está rodada.
Creo que aquí tiene un enorme fallo la productora al exponer todo de una forma sencilla pero con pretensiones de gran producción. Pero también es responsable la directora Gurinder Chadha que creo que falla en esa exposición del principio; quedando un poco floja en intenciones.
Pero cómo decía por suerte la película e historia toman ritmo y dan un gran giro haciendo que todo tenga un enfoque bastante distinto. Es más, parece incluso otra película.
Uno se introduce de lleno en ese importante conflicto político donde familias y amigos fueron separados simplemente por tradiciones y religión. Una separación que nunca antes había existido; pero que las decisiones de los políticos influyeron bastante en estas reacciones.
Creo que es un film que en general funciona y engancha al espectador. En cierto modo ayudan la grandes actuaciones de Gillian Anderson, Hugh Bonneville y Manish Dayal (que sorprendentemente aunque sea uno de los protagonistas no a parecen en el reparto de la ficha).
Todos ellos junto con el resto de intérpretes regalan unas actuaciones que encandilan. Todos ellos dan vida a unos personajes que vivieron una época convulsa de la que se auguraba un futuro incierto.
En fin, "El último virrey de la India" es una película que aunque empiece regular luego toma ritmo y acaba convenciendo. Un film que emociona en algún punto; y sobre todo que te lleva de la mano a un lugar donde su nacimiento como nación libre iba a costar demasiado sufrimiento.