A lo largo de un año, se producen centenares de películas de gran calidad que pasan completamente inadvertidas, o que ni siquiera llegan a estrenarse en la gran pantalla. Y es que es evidente que el cine está de capa caída ya que al personal le cuesta acudir a las salas. Hacer una película dicen que es complicado; venderla mucho más. Hay crisis en el séptimo arte.
Sin embargo llegan dos fulanos como Friedberg y Seltzer y logran colarnos con tremendo éxito nada menos que cuatro películas en un periodo no superior a dos años: Date movie, Epic Movie, Disaster movie y Casi 300. Lo que me da a pensar que no es el cine lo que está en crisis, sino el buen gusto.

Probablemente, en estos momentos, estos dos están viviendo de lujo con la pasta del populacho y sin nada que hacer más que aguardar y esperar a que otros creen para más tarde sacar algo de chicha a modo recopilatorio. Y si por lo menos lo hicieran bien pues vale. Pero es que viendo lo que hay, uno se da cuenta que ni tan siquiera se dignan a crear un chiste decente. Lo único que hacen es parodiar un uniforme y un decorado. Lo demás es todo pamplina.
Por supuesto que ellos lo saben. Pero para qué cambiar algo que funciona tal y como está.

A eso le llamo yo triunfar con la ley del mínimo esfuerzo.