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España España · I require suicide assistance
Voto de Hajime Saito:
6
Midori
1992 Japón
Animación
6,4
894
Animación. Drama. Terror Basado en un clásico de la literatura japonesa, "La chica de las camelias" cuenta la historia de una niña desamparada que, a partir de su trabajo en una feria de monstruos, entabla una relación como asistente y amante de un misterioso mago enano. A causa de esta relación, Midori acaba confundiendo progresivamente las fronteras entre la realidad y el sueño o la pesadilla. No obstante, bajo esta apariencia surreal, subyace la trama ... [+]
15 de noviembre de 2008
49 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mediometraje animado de bajísimo presupuesto que adapta un cómic de Suehiro Maruo; mangaka japonés cuya granguiñolesca obra se compone básicamente de historias cortas de terror escatológico.
El barroco estilo de Maruo recrea ambientes oscuros, nauseabundos y enfermizos, para narrar macabros cuentos protagonizados por seres amorales y perversos. Generalmente sus historias son de temática fantástica con tintes surrealistas, y tratan temas tan repugnantes como la violación, el incesto o el asesinato.

"Midori, la niña de las camelias" es una de sus obras más conocidas, y la única que se ha llevado al campo de la animación. Maruo se basó en un viejo cuento del folclore japonés, para construir una truculenta, bizarra y alucinógena pesadilla claramente inspirada también en el mítico film de terror “Freaks”.
Está claro que Maruo quiso rendir homenaje a “La Parada de los Monstruos”. Son bastantes los paralelismos que podemos encontrar con la obra maestra de Tod Browning. Pero hay una diferencia fundamental entre los freaks de Browning y los de de Maruo. Los de éste no son sólo horribles en apariencia. Los freaks de Maruo están podridos por dentro. Son seres viles y perversos que no dudarán en someter a la protagonista a todo tipo de humillaciones y vejaciones desde el primer momento.

Esta adaptación al anime es realmente fiel al cómic original. Hiroshi Harada traslada viñeta a viñeta en el sentido más literal, limitándose prácticamente a calcar las páginas del manga, dotándolas únicamente de color, sonido y una animación realmente pobre. De hecho muchas secuencias ni siquiera tienen animación, y simplemente muestran imágenes estáticas o semi-estáticas montadas tal cual aparecen en el manga.

Es una pena que Harada no contase con más presupuesto, pero hay que pensar que con las pocas salidas comerciales que ha tenido siempre la obra de Maruo, no se podía invertir mucho dinero en adaptar uno de sus mangas. Y aunque el film sea realmente limitado en medios y narrativamente muy mejorable, al menos consigue contar una historia interesante y poco convencional, trasladando fielmente el aberrante y personal estilo gráfico del controvertido mangaka, pudiéndose destacar también el estupendo doblaje japonés y la muy correcta y adecuada banda sonora que acompaña a las macabras imágenes.
Hajime Saito
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