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Voto de Travisloock:
9
6,8
2.128
Intriga. Comedia. Drama
En el verano de 1694, el señor Neville, un ambicioso y prometedor dibujante, visita la mansión del señor Herbert, en Compton Anstey (Wiltshire). La mujer del anfitrión le encarga doce dibujos de la casa con el foso y los exquisitos jardines. Sin embargo, Neville se verá envuelto en una intriga doméstica que lo convertirá en sospechoso de adulterio y algunas cosas más. (FILMAFFINITY)
18 de septiembre de 2009
25 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se puede seguir, en mi opinión, un camino principal y ramales subsiguientes a través del cine de Max Ophüls, Kubrick y posteriormente Greenaway. Se nota la afluencia de estos tres autores distintos a todos los demás en la importancia dada a la fotografía, en el encuadre perpendicular, sin sesgos ni acentuaciones con picado, en la composición, el extremado cuidado en la dirección artística y también en cierto tono casquivano en los diálogos, que potencia una sensación de confabulación del creador, los personajes y el escenario contra el protagonista. Es deudora esta magnífica “El contrato del dibujante” de “Barry Lindon”, no solamente en la tonalidad superficial, sino en toda esta suerte de hincapiés que componen una escuela más que estilo; así como también, y sin extrañarnos, apreciaríamos sin mucha dificultad en “El cocinero, el ladrón, su esposa y el amante” una consecuencia directa del film “Lola Montes” de Ophüls, hermanadas, casi gemelas estéticamente.
De estas dos películas en concreto de Greenaway, yo no sabría decir cual de ellas es su obra total; vengo sospechando que Greenaway sólo presenta obras totales. Me quedo con esta “El contrato del dibujante”, sin dar más razones que el gusto personal; aunque creo que es justo comentar que “El cocinero, el ladrón, su esposa y el amante” y su potente imaginería influirá en los nuevos cineastas de los noventa, ya que el cine de Jeunet, Caro y Lauzon beben directamente de esta película al igual que ella bebió primeramente de la citada “Lola Montes”.
Sobre el film en cuestión, empezaremos diciendo que “El contrato del dibujante” es una obra maestra que para su disfrute es necesario el visionado en su última restauración. En los jugosos extras del film se puede apreciar las mejorías desde su primera versión, pasando por la edición del año 1988 y 1999, hasta la última entrega ya en HD, corrigiéndose errores espurios de cimbreo de cámara y estrechándose el espectro del cromático mediante análisis de Fourier avanzado. Es necesario comentar que el film fue primeramente rodado en 16mm y pasado en postproducción a formato de 35mm; y si a esto añadimos la falta de Dolly, poco personal técnico y la ambición del autor rodando en exteriores, nos podremos hacer una idea de la escasa calidad del film original. También, si fuera posible, una versión doblada sería recomendable: los diálogos y la velocidad de recitación, fruto de un Greenaway desatado en el guión, sólo podría ser comparable al “reservoir dog” de Tarantino.
(Continua spoiler sin desvelar)
De estas dos películas en concreto de Greenaway, yo no sabría decir cual de ellas es su obra total; vengo sospechando que Greenaway sólo presenta obras totales. Me quedo con esta “El contrato del dibujante”, sin dar más razones que el gusto personal; aunque creo que es justo comentar que “El cocinero, el ladrón, su esposa y el amante” y su potente imaginería influirá en los nuevos cineastas de los noventa, ya que el cine de Jeunet, Caro y Lauzon beben directamente de esta película al igual que ella bebió primeramente de la citada “Lola Montes”.
Sobre el film en cuestión, empezaremos diciendo que “El contrato del dibujante” es una obra maestra que para su disfrute es necesario el visionado en su última restauración. En los jugosos extras del film se puede apreciar las mejorías desde su primera versión, pasando por la edición del año 1988 y 1999, hasta la última entrega ya en HD, corrigiéndose errores espurios de cimbreo de cámara y estrechándose el espectro del cromático mediante análisis de Fourier avanzado. Es necesario comentar que el film fue primeramente rodado en 16mm y pasado en postproducción a formato de 35mm; y si a esto añadimos la falta de Dolly, poco personal técnico y la ambición del autor rodando en exteriores, nos podremos hacer una idea de la escasa calidad del film original. También, si fuera posible, una versión doblada sería recomendable: los diálogos y la velocidad de recitación, fruto de un Greenaway desatado en el guión, sólo podría ser comparable al “reservoir dog” de Tarantino.
(Continua spoiler sin desvelar)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Debidamente engalanado, el film es ante todo una lúcida reflexión sobre la perspectiva y sobre la imposibilidad del artista en plasmar la realidad de un instante en un proceso creativo que ha de dejar y retomar durante el curso de una semana. Además, precisamente por la naturaleza de film que tiene la obra, cabrían aún otras preguntas por parte del espectador, ya que esas limitaciones de un artista plástico en 1692, que son solventadas con la aparición de la fotografía, vuelven a aparecer en su hermano mayor, el cine. Las posibilidades del cine, obediente al designio de una velocidad de 24 herzios no artificiosa, se nos presentan, efectivamente, como un medio adecuado para plasmar el tiempo de creación de 12 dibujos de un caserío británico desde distintos puntos equidistantes, una narración de una acción, de un hecho, pero escapándosenos la instantánea, el momento exacto y de persistencia de un estado concreto de las cosas, y esto Greenaway, con esa pista tropológica de la sombra de una nube deslizándose por la campiña y avanzando directa hacía el espectador, nos lo señala debidamente.
Referencias artistas (barroco jacobino, más sobrio que el mediterráneo, muchísimos guiños a la mitología helénica), referencias sociales (la mujer adquiere derechos de propiedad), referencias científicas (el rejado guía del dibujante, cartesiano), referencias literarias ( enredos amorosos, “ Tom Jones”), incluso una trama policíaca al más puro estilo Agatha Christie y música adecuadísima del siempre solvente Michael Nyman. En fin, obra total de Greenaway, como todas sus películas, y para mí concretamente, gran obra maestra.
(9.8)
Referencias artistas (barroco jacobino, más sobrio que el mediterráneo, muchísimos guiños a la mitología helénica), referencias sociales (la mujer adquiere derechos de propiedad), referencias científicas (el rejado guía del dibujante, cartesiano), referencias literarias ( enredos amorosos, “ Tom Jones”), incluso una trama policíaca al más puro estilo Agatha Christie y música adecuadísima del siempre solvente Michael Nyman. En fin, obra total de Greenaway, como todas sus películas, y para mí concretamente, gran obra maestra.
(9.8)