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España España · Santa Cruz de Tenerife
Voto de Travisloock:
10
Drama. Romance. Comedia Otra singular comedia de Hal Hartley. Una road movie de argumento muy simple: dos hermanos que buscan a su padre se encuentran por el camino con unos personajes tan inadaptados y excéntricos como ellos. (FILMAFFINITY)
24 de octubre de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi llamada fue este film.

Ya antes había visto ¨El mariachi¨ Robert Rodríguez y me había fascinado esa manera diferente de ver el cine. Es cierto, que en la música, iban apareciendo grupos como Nirvana que apelaban a los PIXIES y los primeros REM anteriores al Losing my religion.

Pero siendo verdad que también el cine de Gus Van Sant con Drugstore y My own private Idaho, me llamaba, esa llamada estaba connotada a una estética, no solo de peinados y camisa de leñadores, a Seatlle como lugar de peregrinación. Quiero decir que para mi busqueda aceptaba esa estética, pero me faltaba el inevitable realismo de personajes en los que me viera reflejado. Y ese realismo me llegó con Hartley.

A saber: Personajes que se difuminan entre el héroe y el antihéroe. Que es débil y sabe de su debilidad. Que admite su vago narcisismo, del cual se siente siempre culpable. Que es un tipo común pero que no se conforma con un destino normal. Que se rebela contra la sociedad pero admite su fragilidad ante la soledad. Un protagonista como el de ¨Beautiful girl¨, pero desagradable, que no tendrá la necesidad de hablar, y por ello quedará condenado a un cine más ¨callado¨ no como dogma de moral, sino por ser inoportuno...Y además ese inoportunismo no cae siquiera en lo cómico...Luego tremendamente extraño. Que no se conformaba tampoco con el mainstream social del cine de Edward Burns. Que no es tan simpático ni ocurrente, ni aunque pudiera, como el Kevin Smith de ¨Persiguiendo a Amy¨. Ser aceptablemente galán y fracasar en todos los intentos de...SÍ un amor idealizado, un estar enamorado del amor, y aún así, sabiendo de lo cursi de esto, no renunciar a querer pronunciarlo. Ser consciente también de su tiempo, de la generación X. Sí, de su intento de trascendencia, de glorificarse en la vida pequeña con un contexto grande pero con tanta elasticidad que va desde los vastos paisaje de tendidos eléctricos, de llanuras del mediooeste, o del secarral de Medem a una bolsa guiada azarosamente por el viento en el patio interior de una casa con su canasta de baloncesto de obligado atrezzo. Y aún así, no aferrarse a ello hasta las últimas consecuencias, no por pragmatismo, sino por propia negación de lo dogmático. El gusto por lo melancólico que se vuelve hábito....Pero estando atento a que no caiga en moda, a no pervertirlo ni convertirlo en una esclavitud más..A un Ray Loriga tatuado enseñando los tatuajes, siendo esclavo de la tinta en su piel cuando el tatuaje era ser rebelde. O que la vida te lleve en su corriente fluvial.

Esos personajes eran más que una estética, a pesar de la importancia de ella. Me veía en ellos. Fuera de lo que aprende el cinéfilo después. Sí, Lean, Hitchcock, Kazan, Visconti,...ect.

La mayor influencia para mí es el Hal Hartley de esta película. Pues obviamente, yo en aquella época estaba equivocado. No era aún como esos personajes....
Travisloock
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