La propuesta que la ciudad de las torres gemelas se convierta en una prisión donde los presos campan a sus anchas me parece de lo más interesante y original que se ha visto hasta la fecha. Que un avión se estrelle deliberadamente en pleno centro de Manhattan, ¿una locura, impensable?.

A partir de ahí 90 minutos de entretenimiento sin más artificio que unos decorados post-apocalípticos, una ambientación entre el cine del oeste y el cine de terror (esos hambrientos saliendo de las cloacas como zombies saliendo de la tumba), un protagonista icónico (ese serpiente, con barba de tres días, melena y parche en el ojo, que en vez de hablar susurra), secundarios de lujo y esa Maggie con dos buenas razones para no quitarle la vista de encima.

Sí, hay cosas en el guión que te preguntarás ¿por qué? o ¿para qué?, pero no lo podemos pedir peras al olmo, se trata de una película de acción cuyo objetivo es entreternos a base de tiros, peleas y persecuciones. Incluso en “Ciudadano Kane” es un sinsentido, pues se trata de la investigación de las últimas palabras de un hombre que murió solo y sin embargo todo el mundo sabía lo último que dijo.

Mi nota es un 7, por su originalidad, ingenio, porque me tuvo enganchado y entretenido durante los escasos 90 minutos que duró.