Bueno, ciertamente la película no es que sea una cosa del otro mundo, pero a mí personalmente me ha enganchado durante los 140 minutos que dura. Es verdad que el tema del protagonista que regresa del mundo de los muertos para hacer justicia está ya muy visto y no es original. Pero creo que la necesidad de que se haga justicia y se castigue de forma ejemplar a la gente mala, es lo que hace que nos guste este tipo de largometrajes, con los cuales saciamos nuestros deseos de justicia e incluso algunos casos de venganza. Y son este tipo de películas las que nos hacen imaginar y meternos en la piel de su protagonista para por un momento pensar que todo va acabar bien, que va a venir un salvador o nos vamos a convertir en salvadores, para conseguir un fin justo, aunque nuestros medios conlleven daños colaterales, y nos convirtamos en jueces, jurados y verdugos, traspasando las líneas rojas de las leyes.

La película entretiene, no se le puede pedir más. Deja muchas incógnitas sin resolver, y desconocemos la motivación de muchos actos de distintos personajes.