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España España · Almería
Voto de Gabriel Ufa:
6
Drama Las diferentes historias de los huéspedes de un elegante hotel es el argumento de este film de brillante reparto. Obtuvo tan sólo un Oscar, pero fue el de mejor película. (FILMAFFINITY)
26 de junio de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Gran Hotel” es una película coral que se desarrolla en un espacio único (el lujoso hotel de Berlín), y que retrata principalmente una capa de la sociedad (la clase alta) entre la que se insertan otras (clase media o baja). Se estrena el 12 de abril de 1932 en el Astor Theater de Nueva York. El rodaje duró 49 días y contó con un presupuesto de 695.00 $, obteniendo 2.600.000 de beneficio, todo un éxito. Obtiene el Oscar al mejor film de 1932, curiosamente, la única categoría en que estaba nominada.

Aunque el protagonismo está muy repartido, el personaje sobre el que pivota la estructura del guión es John Barrymore, un apuesto ladrón de guante blanco con exquisitos modales, amenazado constantemente por sus altas deudas. Aunque sobre dicho personaje interactúan casi todos los demás, el personaje de relumbrón es Greta Garbo, que interpreta una vez más a una diva, en este caso hastiada, poseedora de una angustia existencial que el éxito y la fama no calma -con sorprendentes conexiones con la propia Garbo (es famosísima su frase “sólo quiero estar sola”)-, aunque todo parece cambiar cuando conoce a una persona. Saca Goulding poco partido de ella; apenas un primer plano en un monólogo.

Funciona, pues, Greta Garbo, más bien como gancho, pues su participación (elegante y carismática, como de costumbre), es más bien escasa (aunque su célebre frase vale por toda una película). Sorprende, en cambio, una joven Joan Crawford, magnífica, con poco que envidiar a la Garbo, que interpreta a una secretaria guapa y de mirada melancólica (simbolizaría la clase baja).

Junto a las actuaciones, lo mejor del film parece ser el decorado del hotel, magnífico, obra de Cedric Gibbons, ganador de nada menos que 11 Oscars en su carrera.
Pero hay que decir que, a pesar de su destacado reparto y las buenas intenciones de Edmund Goulding, no es la película deslumbrante que se espera. Incluso, aunque su metraje no es excesivo, se echa de menos un montaje más selectivo. Particularmente, la trama de los empresarios (con Manchester siempre al fondo) se hace demasiado larga.

Con todo, merece ser destacada por ser la primera película importante de un gran estudio como la Metro que aúna a tantas y tan importantes estrellas: la primera actriz del estudio, Greta Garbo, los hermanos Barrymore, John y Lionel, Wallace Beery, Lewis Stone y Jean Hersholt, haciendo gala a su orgulloso lema “Más estrellas que en el firmamento”. La fórmula daría tan buen resultado que se sería repetida tan solo dos años después, con “Cena a las ocho”, en la que, por cierto, repetirían los últimas cuatro actores citados.
Gabriel Ufa
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