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España España · Barcelona
Voto de polvidal:
2
Romance. Comedia Rosie (Michelle Pfeiffer) es una mujer madura que vive en Los Ángeles y trabaja como productora de un programa de televisión que no marcha bien: mientras su jefe (Fred Willard) quiere sustituirlo por un reality, su ayudante Jeannie (Sarah Alexander) no duda en traicionarla. Las cosas en casa no van mucho mejor. Su exmarido va a tener un bebé con una mujer más joven, y su hija Izzie (Saoirse Ronan) empieza a ser una adolescente ... [+]
14 de mayo de 2007
30 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Querida Michelle,

Para cualquiera que no te admire, tu regreso tras cinco años de ausencia puede rozar el catastrofismo. 'El novio de mi madre' es de lejos la peor película que he visto en años. Echo la vista atrás y mi cerebro no logra recordar una bazofia peor definida que esta. Quiere ser una crítica a la superficialidad y al bisturí plástico y termina siendo su mayor paradigma. Quiere hacer reír y su humor, de auténtico ridículo, casi acaba haciendo llorar de vergüenza ajena. Quiere erigirse en comedia romántica con mujer madura y chico joven como protagonistas y el único género al que se acerca peligrosamente es a la tragedia, la que viven en sus propias carnes los espectadores que ven cómo los minutos de metraje se transmutan en inagotables horas.

Buena parte de la culpa la tiene su argumento vacío y la presencia de unos personajes sobreactuados. La serie de televisión para adolescentes de la que tu personaje es la guionista y que pretende ridiculizar el banal mundo televisivo termina siendo más profunda que esta película para mentes en blanco. El novio de mi madre se convierte en un claro ejemplo de lo que pretende parodiar: es nula, es tonta y es ridícula. Lo peor de todo: ni es crítica ni hace gracia.

Tu compañero de reparto es el principal exponente de esto último. ¡Paul Rudd no tiene la más mínima gracia! Es más, la mayor parte del tiempo lo único que genera es odio. Penosas son sus escenas en la pista de baile, sus calculados esfuerzos por parecer ‘guay’ a ojos de un guionista totalmente fuera de la onda, sus pretendidos gags que tu propio personaje compara con los de Ben Stiller y que no hacen sino convertir a este mediocre humorista en el dios de la comedia. Un novio así no lo querría para su madre ni una niña de dos años.

Pero que Paul Rudd haga el ridículo en pantalla me trae sin cuidado. Su currículum es de auténtica pena. Tú, con un pasado glorioso (Los fabulosos Baker Boys, Lady Halcón, Las amistades peligrosas, La edad de la inocencia) no puedes permitirte una mancha en tu expediente de este calibre, y menos tras productos de dudosa calidad como Heredarás la tierra o Historia de lo nuestro.

¿Dónde ha quedado, además, tu singular belleza? Apenas te reconozco tras esa piel artificialmente estirada, tras esos labios proporcionalmente más abultados que tus escuálidas piernas de flamenco, tras esos ojos saltones y desorbitados. Sé que eres tú porque aún conservas esa vena verdosa en tu ojo izquierdo. Es lo único que permanece inalterable al paso del tiempo y a las incisiones del bisturí. Por lo demás voy temiendo tu peligroso acercamiento a gloriosas momias hollywoodienses como Cher o Goldie Hawn, a las que hipócritamente ridiculiza tu desastrosa última película. Vuelve a tu senda, por favor, Michelle.

Siempre tuyo,

polvidal
polvidal
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