Esta es una de esas películas que daña la inteligencia del espectador, no por la historia, si es que hay historia, sino por la forma de contarla. Las escenas son absurdas e inconexas, de tal modo que continuamente te preguntas ¿qué ha pasado? o ¿dónde estoy? El director, supongo, ha querido buscar el efecto que produce la mezcla del amor de un ser puro sexualmente con la violencia, todo tipo de violencia, aunque básicamente esta está representada en la luchas sangrientas a las que se ve sometido el protagonista para ganar dinero. Pero llega el príncipe azul y le pinta un mundo rosa entre lobos de todo tipo. Y ahora va y todos son muy falsos, menos los dos protagonistas que son muy buenos y están muy buenos, y les engañan una y otra vez. Y es tan plana y vulgar la historia, y es tan superficial e insulsa, y es tan ridícula, que uno se avergüenza de que en el cine, 7º arte, aparezcan películas como esta.