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España España · Palm mar
Voto de Del Mar:
8
Drama. Comedia Nick Stark acaba de conocer la noticia de que tiene perdida la batalla contra el virus del sida y decide afrontar su próxima muerte con dignidad. En vez de derrumbarse, decide acabar su vida tal y como la vivió, pletórico de alegría y vitalidad, rodeado de su familia y amigos, que le acompañarán en una última fiesta de dos días de duración. (FILMAFFINITY)
20 de mayo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un magnífico guión lleno de sensibilidad se ha realizado esta película cuyo tema es el SIDA y la naturalidad con que las personas que quieren a un enfermo se comportan con él. Hay otro tema que predomina sobre esas relaciones y es el derecho a decidir cuando uno debe morir si se sabe a ciencia cierta que le queda poco tiempo de vida y mucho sufrimiento. Un tema difícil de tratar y que requiere grandes dosis de comprensión al otro, al que ha tomado esa decisión. En general todos los que rodean a Nick, enfermo terminal, lo quieren más o menos, de una manera u otra, y es curioso que aquel que tiene mas prejuicios religiosos sea el que menos demuestra su amor. Son muchas las caras conocidas que rodean a Nick, Eric Roberts en una magnífica interpretación llena de matices, y en la mayoría esta presencia parece testimonial en solidaridad con los infectados del virus VIH y apenas tienen tiempo para desarrollar sus personajes. Pero yo destacaría a George Segal en su papel de padre alcohólico y a Marlee Matlin, que todos sabemos es sordomuda, pero sus miradas llenan la pantalla de amor hacia su hermano. La película es en realidad muy cruda, pero está realizada con tanta sensibilidad que uno hasta se sonríe con los chistes y las situaciones graciosas que se plantean. Pero también puede uno llorar porque en realidad está ante un drama demasiado frecuente en la sociedad actual y al que no vemos aún el día en que aparezca la vacuna que solucione el problema. El mundo occidental y en particular los norteamericanos parecen tener algo controlado el tema, pero uno piensa en la enorme cantidad de gente que muere de SIDA en los países africanos y que jamás tendrán la ocasión de despedirse de los seres queridos con una fiesta como la que da Nick. Por su valor de concienciación, más que por su valor fílmico, yo la considero una película notable y le doy un ocho.
Del Mar
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