Ha pasado un tiempo desde los asesinatos de Jack el Destripador en Londres y la policía trata de mantener la calma y el orden tras la agitación de esos días, algo que les va a costar. Parecía a priori que la serie trataría sobre el misterioso Jack y su persecución por parte de la policía pero no es el caso, trata más bien de cómo la policía trata de resolver los crímenes que ocurren en su jurisdicción.

La serie posee una ambientación excelente, bastante realista y muy cuidada así como unas interpretaciones bastante potables. En estos aspectos se nota que la calidad inglesa siempre está patente en cada una de las obras que son producidas en las islas.

En cuanto a los capítulos, aunque es cierto que hay un par de ellos bastante menores que adolecen de falta de ritmo y de escaso interés, son bastante entretenidos. Las investigaciones son, lógicamente, lo más interesante dejando a un segundo plano las sosas y a veces pesadas relaciones personales de los protagonistas con sus mujeres, familiares o pretendientes.

En definitiva, una serie para pasar el rato.