Según el psiquiatra Steven Schlozman, de la Facultad de Medicina de Harvard, la sonrisa permanente y horripilante puede producir disonancia cognitiva en nuestro cerebro: “Nuestra mente interpreta que las sonrisas en general son positivas; no obstante, no es posible sonreír todo el tiempo, porque de ser así, algo fallaría. Gracias al comportamiento de las personas podemos interpretarlas, pero si el aspecto de las personas o su comportamiento no varían, se convierten en terroríficas”.

De la misma forma que las hienas o los depredadores, en general, basan su poder en la capacidad de mostrar sus dientes.

Se ha escrito muy poco sobre el significado de las sonrisas... Y es una pena, porque todas ellas gozan de gran significación cuando el referente siente inquietud ante aquello que no es capaz de discernir.

Y es esa misma estrategia es la que sigue Stephen King para crear "It" (Eso): intenta encarnar el mal informe, la entidad, en un aspecto aparentemente cercano e inofensivo entre los niños, para luego mostrar sus garras.

En concreto, el temor a los payasos ya está registrado en psiquiatría como "coulrofobia" y hay que agradecerle a King, no sólo el brindarnos una de las mejores novelas de terror de todos los tiempos, (atención al pasaje iniciático donde el pequeño tiene que bajar al sótano y al pobre niño se le pasan por la cabeza mil y una horripilantes formas, más producto más de su sugestión infantil que de la realidad)

La película no está nada mal, hoy incluso se la considera de culto, (gracias en parte a la estremecedora presencia de Tim Curry) pero aunque alejada de la calidad del libro original, la Tv-movie funciona muy bien como película de misterio tipo los Goonies en clave de terror. Y parte de la nueva moda de los "Killer Clowns" viene gracias a ésta película, el carismático asesino en serie John Wayne Gacy y la más reciente, "Clown" de Eli Roth...