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Voto de Wanchope:
6
5,7
16.642
Acción. Thriller
Arthur Bishop (Jason Statham) es un asesino profesional de élite, con un estricto código y un talento único para eliminar limpiamente a sus víctimas. La muerte de su amigo y mentor Harry (Donald Sutherland) le obligará a replantearse sus métodos, sobre todo cuando Steve (Ben Foster), el hijo de Harry, le pida ayuda para saciar su sed de venganza. Bishop empieza a entrenar a Steve y a enseñarle sus letales técnicas, pero las mentiras y ... [+]
10 de febrero de 2011
27 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede que Jason Statham nunca sea susceptible de ser tenido en cuenta de cara a un Oscar. Por contra da la sensación de que podría dejar KO a cualquiera que sí lo pudiera ser... directamente, más bien que podría dejar KO a cualquiera, incluso a más de uno tan sólo con la mirada y sin necesidad de recurrir a una patada giratoria. Y es que si damos crédito a una de las frases más emblemáticas del 'Depredador' de McTiernan, "Si sangra podemos matarlo", podemos asegurar que Statham es prácticamente inmortal pues, a diferencia de otros héroes algo más humanos, el inglés cuando la cámara y el montaje le dejan no sólo sabe repartir leña como nadie sino que además lo sabe hacer sin soltar apenas una sola gota de sangre de su propia cosecha.
No cabe duda de que hoy en día Statham es el mamporrero oficial de la industria del cine. Nadie se lo imagina creando el Facebook, bailando ballet, esforzándose para abrir la boca en público o tratando de evadirse de una encerrona propiciada por una piedra a la que le habría faltado tiempo para salir por patas. Statham impone, y pocos son los que pagarían por verle en un papel en el que Frank Martin, el transportista y no el compositor, o Chev Chelios, quién es capaz de sobrevivir a un vuelo sin motor, fuera capaz de ser superado por las circunstancias, lo que a buen seguro debe de convertir el compartir habitación con el hombre de carne y hueso que presuponemos se esconde detrás del nombre en una experiencia cuanto menos intimidante...
Statham no es un recién llegado a esto, conoce sus aptitudes como atleta y sus limitaciones como intérprete. Y parece evidente que obra en consecuencia. Desde que los amantes de la acción subrayaron su nombre prácticamente no ha dejado de "dar cera" en cada nuevo vehículo de lucimiento que ha seguido al anterior. En 'The Mechanic', por supuesto, volvemos a encontrarnos con el Jason que todos conocemos, el tío duro que como si fuera un chiste de tantos sobre Chuck Norris no sólo supera las adversidades, además les parte la cara. Y he aquí una de las diferencias con respecto a su original conocido en España como 'Fríamente... sin motivos personales', producción de 1972 firmada por Michael Winner y protagonizada por otro icono del cine de acción de la época, Charles Bronson. Al igual que aquella este remake representa una producción que, adaptada al tiempo en el que le ha tocado ser rodada, podríamos calificar de correcta a pesar de que más allá de su metraje tampoco dará mucho de que hablar.
No cabe duda de que hoy en día Statham es el mamporrero oficial de la industria del cine. Nadie se lo imagina creando el Facebook, bailando ballet, esforzándose para abrir la boca en público o tratando de evadirse de una encerrona propiciada por una piedra a la que le habría faltado tiempo para salir por patas. Statham impone, y pocos son los que pagarían por verle en un papel en el que Frank Martin, el transportista y no el compositor, o Chev Chelios, quién es capaz de sobrevivir a un vuelo sin motor, fuera capaz de ser superado por las circunstancias, lo que a buen seguro debe de convertir el compartir habitación con el hombre de carne y hueso que presuponemos se esconde detrás del nombre en una experiencia cuanto menos intimidante...
Statham no es un recién llegado a esto, conoce sus aptitudes como atleta y sus limitaciones como intérprete. Y parece evidente que obra en consecuencia. Desde que los amantes de la acción subrayaron su nombre prácticamente no ha dejado de "dar cera" en cada nuevo vehículo de lucimiento que ha seguido al anterior. En 'The Mechanic', por supuesto, volvemos a encontrarnos con el Jason que todos conocemos, el tío duro que como si fuera un chiste de tantos sobre Chuck Norris no sólo supera las adversidades, además les parte la cara. Y he aquí una de las diferencias con respecto a su original conocido en España como 'Fríamente... sin motivos personales', producción de 1972 firmada por Michael Winner y protagonizada por otro icono del cine de acción de la época, Charles Bronson. Al igual que aquella este remake representa una producción que, adaptada al tiempo en el que le ha tocado ser rodada, podríamos calificar de correcta a pesar de que más allá de su metraje tampoco dará mucho de que hablar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Simon West, a quién el vacío que ocultaban los fuegos artificiales de 'Tomb Raider' mantuvo en la sombra durante algún tiempo, se hace cargo con ganas de esta versión inequívocamente moderna, siendo consecuente con una producción sin mucho más ánimo potencial que el de entretener, y poniendo de su parte el ánimo entusiasta para que a nadie con conocimiento de causa le resulte mínimamente pesada y/o aburrida. En gran medida lo consigue elaborando un thriller en donde a diferencia de en su pionero modelo, creador del subgénero del asesino a sueldo frío y solitario, predomina la acción con un enfoque más centrado en la pose que en el fondo, pero lo suficientemente estilizado como para que una narración un tanto predecible aguante en pantalla sin que sus interrogantes argumentales, como ese exceso por el más difícil todavía de su tramo final, den lugar a reproche alguno que moleste en demasía. Eso sí, por enésima vez una producción de acción adopta como propia esa manía del cine moderno de en no pocas ocasiones no guardar las distancias con la cámara y ceder las riendas de la planificación al montador, el cual cae a su vez en el ansia por parecer el heredero bastardo de Bay, Michael Bay, que por desgracia acaba reduciendo el trabajo de Statham y Foster a ser más cercano a una intuición que a una realidad cuando lo exige la acción, el verdadero quid pro quo de la propuesta.
Statham es uno de esos que "se hacen llamar" actores a los que el verbo actuar no les sienta bien por más que su presencia en pantalla irradie una química innegable. En 'The Mechanic' tenemos una nueva muestra del talento de Statham para poner cara de duro y patear los culos de aquellos que han tenido la desgracia de cruzarse en su camino. Le acompaña Ben Foster, tan efectivo (y mortífero) como lo era en 'El tren de las 3:10', y un en otros tiempos muy habitual Donald Sutherland cuya siempre acertada presencia aporta al relato un cierto sabor añejo. Del original queda la idea y algo más, si es que a alguien le importa, todo ello readaptada a los puños nada sutiles de Statham y montada con el suficiente sentido común como para que convenza a los que saben en donde se meten. Y lo cierto es que lo mismo da que sea un remake o no. Tan sólo es una nueva excusa para disfrutar de un "depredador" del cine a quién incluso le perdonamos su incomprensible escarceo con ese al que llaman Uwe Boll... y es que con este antecedente en su filmografía es fácil que 'The Mechanic' nos resulte de lo más entretenida y aceptable.
Statham es uno de esos que "se hacen llamar" actores a los que el verbo actuar no les sienta bien por más que su presencia en pantalla irradie una química innegable. En 'The Mechanic' tenemos una nueva muestra del talento de Statham para poner cara de duro y patear los culos de aquellos que han tenido la desgracia de cruzarse en su camino. Le acompaña Ben Foster, tan efectivo (y mortífero) como lo era en 'El tren de las 3:10', y un en otros tiempos muy habitual Donald Sutherland cuya siempre acertada presencia aporta al relato un cierto sabor añejo. Del original queda la idea y algo más, si es que a alguien le importa, todo ello readaptada a los puños nada sutiles de Statham y montada con el suficiente sentido común como para que convenza a los que saben en donde se meten. Y lo cierto es que lo mismo da que sea un remake o no. Tan sólo es una nueva excusa para disfrutar de un "depredador" del cine a quién incluso le perdonamos su incomprensible escarceo con ese al que llaman Uwe Boll... y es que con este antecedente en su filmografía es fácil que 'The Mechanic' nos resulte de lo más entretenida y aceptable.