Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas... pero en esta ocasión por obligación, ya que no pueden recordarlo. Magnífica comedia entre MEMENTO y VERY BAD THINGS, que sorprende por su entrelazado guión que dosifica la información (tanto a los espectadores como a los propios protagonistas) y nos va dando una estrafalaria sorpresa tras otra.

Mejor no destripar ningún gag, pero habría que resaltar el papel de Zach Galifianakis (que muy bien de la cabeza no anda) que está soberbio toda la película, y no tarda ni 10 minutos en, por ejemplo, echar la culpa a Bin Laden de no poder masturbarse en los aviones por la sensibilización en la seguridad aérea por el 11-S.

Con unos personajes delirantes (histriónicos policías, Mike Tyson, un mafioso chino afeminado...), la película toma algunos clichés del cine de Las Vegas (que debería ser considerado un género en sí mismo) y los conjuga de manera original, con un montaje brillante para este tipo de comedias.

A poco que te guste reirte y pasar un rato entretenido, el visionado es obligado.