Joe Dante dirigió en 1978 PIRANHA, una película de terror a la sombra de TIBURON que funcionó bastante bien en taquilla (Roger Corman fue el productor) y obtuvo buenas críticas, lo que produjo una secuela. Para la secuela decidieron contratar a un director novato llamado JAMES CAMERON, que realizó una película horrible con pirañas voladoras que, aunque sea entretenida como serie Z, en ocasiones no da ni para unas risas. El trailer lo dice todo.

32 años después de la original, Alexandre Aja hizo honor a su fama en un remake repleto de escenas gore, sumando además un aire de comedia negra, cachondeo adolescente y erotismo pajillero. Tras el más que aceptable resultado en taquilla, la secuela se puso en marcha, y esta vez con una decisión más acertada: John Gulager, responsable de la gamberra trilogía FEAST.

Gulager retoma el espíritu de serie B de PIRANHA 3D y lo multiplica por 10 en una secuela repleta de tetas, gore exagerado, humor negro y políticamente incorrecto, adolescentes estúpidos y salidos muriendo como en un slasher y pequeños aunque acojonantes papeles para Christopher Lloyd, Ving Rhames y Garey Busey.

Entre mutilaciones genitales y niños decapitados a mordiscos destacan dos figuras: La bellísima Katrina Bowden, que poco a poco va consiguiendo papeles importantes en Hollywood tras deslumbrar en la serie 30ROCK, y el autoparodiado David Hasselhoff, que se come la pantalla con su presencia y su sentido del humor. Además, sumemos un guiño descarado a PESADILLA EN ELM STREET y algún gag tonto de los de carcajada y ya tenemos la película-palomitera-para-ver-borracho-con-tus-amigos del año.