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España España · Madrid
Voto de Tomine:
3
Musical. Drama. Romance El expresidiario Jean Valjean (Hugh Jackman) es perseguido durante décadas por el despiadado policía Javert (Russell Crowe). Cuando Valjean decide hacerse cargo de Cosette, la pequeña hija de Fantine (Anne Hathaway), sus vidas cambiarán para siempre. Adaptación cinematográfica del famoso musical 'Les miserables' de Claude-Michel Schönberg y Alain Boublil, basado a su vez en la novela homónima de Victor Hugo. (FILMAFFINITY)
16 de enero de 2013
61 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
(...)

Mientras los historiadores tienden al consenso en lo que respecta a las fechas bisagra de las primeras épocas, el paso de la Edad Contemporánea a la Edad Confusa sigue siendo objeto de discusiones. En el campo del Sine (antes llamado Cine), varios fueron los motivos que impulsaron este giro de 180º en la calidad el arte, que pasó de ser generalmente notable a hundirse en el subsuelo del subfango. La Edad Confusa, a pesar de lo prolífico de su producción, se caracteriza por una uniformidad tendente a la monomanía. Así pues, las carteleras de los sines ven cómo semana tras semana obras con las mismas carencias/defectos comparten espacio, siendo sustituidas por otras con similares fallos/penurias. Ante lo desolador del panorama, los críticos profesionales se ven obligados a esconder la cualidad sustancial de su época, multiplicando por 2, 3 y hasta 4 las notas de las películas a fin de fingir ante el público vivir en un mundo mejor. Un ejemplo de esto es la película "Los miserables", adaptación de una novela perteneciente a la Edad Contemporánea, que en su salto a los nuevos tiempos, pierde cualquier atisbo de profundidad, solidez y emoción para convertirse en un digno miembro de la la nueva era. Su director, premiado con uno de los Ostras de la Academia (antes denominados Oscars), se ve ante una cruzada: cómo alguien que no es un gran director puede resolver la responsabilidad de sacar adelante una obra de primera fila. La respuesta a esta disyuntiva es la habitual: simplificar el problema del cine desatendiendo los aspectos en los que no se da la talla y enfatizando otros hasta el paroxismo para conseguir la impresión de "grandeza" demandada. El resultado es así no un tour-de-force, sino un batiburrillo de primeros planos que no dialogan bien entre sí, henchidos por rostros sobreactuados (no es bueno el actor que llora sino el que hace llorar, y a pesar de que algunos de los presentes tienen calidad, están pésimamente dirigidos), llevado a cabo del principio al final sin la mínima sensibilidad, con un nulo sentido de la dosificación y donde las canciones pierden su razón de ser por haber sido hurtadas de su posición en la estructura estética, los cimientos, de la obra. Y para concluir el desdoblamiento de este arrogante historiador, me permitiré decir que este no es el nivel para una película de la primera división del cine mundial. Sea de la edad que sea.



*Los dos lo dijeron en sendas entrevistas.
Tomine
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