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Costa Rica Costa Rica · San José
Voto de Daniel Calderón:
8
Drama. Bélico En plena guerra civil de un país africano, el pequeño Agu (Abraham Attah), separado de su madre, pierde al resto de si familia y se convierte en un niño soldado, manipulado por un temible señor de la guerra, el Comandante (Idris Elba), que le enseñará a matar y le instruirá en los caminos de la guerra. (FILMAFFINITY)
16 de octubre de 2015
62 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primer película de Netflix ha llegado de la mano de Cary Fukunaga, director de "Sin nombre" (2009), "Jane Eyre" (2011) y de la primera temporada de la serie "True Detective" (2013). En esta ocasión, Fukunaga se adentra en el tema de la guerra en África, donde no se limita a contar una simple historia de violencia y que ya sabemos como termina, sino que va más a fondo, a los problemas sociales y psicológicos.
Fukunaga nos hace sentir incómodos frente a esta realidad, que a veces creemos que está fuera de nuestras manos y que ni siquiera encajaríamos en una situación así. Pero toda esta culpabilidad, es despejada por una excelente puesta en escena y un pulso narrativo con fallos, pero que se disfruta.
Todo gira en torno a Agu, un niño que después de que su escuela cerrara y ser testigo de la muerte de su familia a manos del ejército, se ve inmerso en un grupo de adolescentes guiados por un comandante, donde empuñando armas y cargando una sed de venganza, buscan hacer presente su voz y buscar la justicia y la paz que un día les quitaron.
Desde que inicia, el filme no busca una manipulación ni ser una de esas películas de lágrima fácil, su atmósfera es distinta. La brutalidad de la guerra es puesta a descubierto y, teniendo a un niño como protagonista es aún más susceptible. Aunque la novela de Uzodinma Iweala salió hace más de diez años, las imágenes son actuales.
Las interpretaciones son excelentes, pero los que sobresalen son Abraham Attah, que según se cuenta el director de casting lo descubrió cuando viajaba en bicicleta por la calle y el británico Idris Elba. Elba tiene un papel inolvidable, que cuesta olvidarle después de ver la película. Con Attah, no parece estar viendo su debut, tiene tanta soltura que el nivel de realismo es grandioso.
En el campo estético, todo tiene su punto. La fotografía, del mismo Fukunaga, es maravillosa. La paleta de colores cambia según las circunstancias, nos ubica según el estado anímico de Agu. La banda sonora de Dan Romer, que nos regaló una elegante partitura en "Una niña maravillosa" (2012), aquí no tiene tanta presencia como en esa ocasión, pero la sobriedad de la música transporta al espectador. El diseño de producción es muy realista.
Quizá el único defecto es su excesiva duración, que hace que la narración tenga espacios donde no cuenta mucho, y eso le quita puntos, pero en sí no es algo muy recurrente. Sin embargo, pudo durar un poco menos.
En sí, "Beasts of no nation" es una de las mejores películas del año y lo que la hace atractiva es que es el primer film que se estrena en una plataforma streaming como Netflix. Recomendable.
Daniel Calderón
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