Encontré una reseña de esta película en un blog de cine al que suelo entrar a menudo, y su argumento me llamó la atención, pero, sinceramente, no esperaba llevarme tan grata sorpresa.

La premisa inicial no es lo más original de la película, un joven, tras el secuestro de su novia por parte de un demonio, decide hacer una invocación para volver a traerla de vuelta. Su punto fuerte se encuentra en su representación y sus personajes.

La película se nos presenta como si de una obra de teatro se tratara, en un escenario muy simple y con muy pocos personajes. Pero su grandeza es precisamente esa, con muy poco consigue engancharte, como si te encontraras en el teatro observando esta historia.

Los personajes son el otro punto fuerte de la historia, muy bien caracterizados, al estilo de las películas de terror de serie B, y los demonios son muy excéntricos, la mezcla perfecta para arrancarte una carcajada de vez en cuando, sin llegar a quitarle dramatismo a la trama.

Todo esto unido a su corta duración, unos 80 minutos, hacen que esta película sea un visionado agradable, dinámico y te enganche de principio a fin, aunque, aviso para los amantes del terror, se trata más bien de un romance hecho con personajes de terror que una película de terror en si misma. Sin duda, merece la pena verla.