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Drama
El capitán Wade Hunnicutt, el hombre más rico y poderoso de un pueblo de Texas, es un mujeriego empedernido, lo que ha provocado la ruina de su matrimonio. Su mujer, desde entonces, se dedica en cuerpo y alma a su hijo. Sin embargo, llega un momento en que Hunnicutt decide hacerse cargo de su educación llevándolo de caza e iniciándolo en otras actividades masculinas. (FILMAFFINITY)
16 de noviembre de 2007
18 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clásico culebrón americano ambientado en el sur.
Americano:
dícese del habitante de Estados Unidos.
Acepción secundaria: habitante del continente americano (Estados Unidos).
A veces, siempre dentro de un contexto, por continente americano se sobreentiende la suma de América, Canadá, Alaska, América Central y América del Sur.
Sur:
dícese de la comarca estadounidense más cercana a Centro América.
Acepción secundaria: uno de los cuatro puntos cardinales colocados sobre el horizonte, ubicado diametralmente opuesto al norte.
Tras fruncir el ceño en la primera escena, abrí la boca para no decir nada.
Tras cerrar la boca, arqueé las cejas y las mantuve así durante los minutos de metraje dedicados al jabalí.
Tras dar descanso a las cejas, se me disparó la comisura labial, y comencé a sonreir.
Me sentí por encima del film. Je, je, je... basura.
Y de pronto, The End.
¡Seré gilipollas!
Sin darme cuenta, la historieta me había capturado.
Americano:
dícese del habitante de Estados Unidos.
Acepción secundaria: habitante del continente americano (Estados Unidos).
A veces, siempre dentro de un contexto, por continente americano se sobreentiende la suma de América, Canadá, Alaska, América Central y América del Sur.
Sur:
dícese de la comarca estadounidense más cercana a Centro América.
Acepción secundaria: uno de los cuatro puntos cardinales colocados sobre el horizonte, ubicado diametralmente opuesto al norte.
Tras fruncir el ceño en la primera escena, abrí la boca para no decir nada.
Tras cerrar la boca, arqueé las cejas y las mantuve así durante los minutos de metraje dedicados al jabalí.
Tras dar descanso a las cejas, se me disparó la comisura labial, y comencé a sonreir.
Me sentí por encima del film. Je, je, je... basura.
Y de pronto, The End.
¡Seré gilipollas!
Sin darme cuenta, la historieta me había capturado.