Si bien la temática merece todo el respeto pues trata uno de los problemas sociales más tristes y vergonzosos de nuestros tiempos, la película en sí es un auténtico fiasco. Una producción low cost en la línia de las habituales de la marca pero que toca fondo como nunca antes lo había hecho. La interpretación de todo el elenco es tristísima y no captura al espectador en ningún momento. Pretende ser un drama pero no llega ni a la d... de despropósito.

El protagonista es un pijo que pasa una espécie de crisis de consciencia en la Índia pero que no te lo crees ni intentándolo, la madre vive su drama personal con lagrimitas de cuentagotas, el padre índio no sabes de qué higuera ha caído y la pequeña niña habla como si leyera de memoria. Escenas cansinas que no llevan a ningún lado, personajes "malotes" que hacen reir, un argumento y una dirección que no despiertan ni subiendo el volumen. Y no digo nada del guión, con sermones tediosos y asíduos sobre cristianismo.

Narrar un problema como el que intenta a través de un bodrio como ese, es para llorar porque cae en la superficialidad, el desatino y la vulgaridad. Vaya, que la acabas viendo saltando las pistas. Mala de medalla.

Sólo se salvan los ojazos de la criatura. Le doy un 1 porque no dejan poner zeros... se ganaría varios.

Sin ofender: yo hablo de la película –que es para echar el desayuno de ayer–, no de la problemática que intenta denunciar. Mi máximo respeto a la productora y los compañeros críticos de filmaffinity que quedaron conmovidos ante ella y la consideran tan didáctica.