Película sin sentido que enseña a las chicas a comportarse como (perdón por la expresión) putas; con sencillos pasos como: restregar el culo contra la entrepierna de los tíos, vestir embutidas en una talla 34 cuando la suya es una 38, pasearse por la calle con sólo un vulgar sujetador de lentejuelas, pegar a cualquiera por el simple y mero hecho de mirarte, insultar a las pijas, etcétera, etcétera. Mientras que el sexo masculino puede divertirse muchísimo viendo esta película, imaginando que pillan cacho con alguna de las protagonistas, el sexo contrario se pasa toda la duración del filme corroéndose (¡ojo!, no he dicho corriéndose) de envidia, queriendo estar tan buenas como "Lina" (Christina Milian) o "Avery" (Rachele Brooke Smith), deseando ser latinas (y que conste que no es mi intención insultar de ninguna manera a esta raza), y soñando con ser animadoras. Las actuaciones son más que pasables, la trama es aburridísima, y el argumento está muy, muy, muy visto (lo cual podría justificarse con el hecho de que es una secuela, pero se han hecho ya tantas películas de "A por todas" que ya raya...). En definitiva, es una película cuyo objetivo es promover la competividad y poner cachondos a los chicos que la vean.