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Voto de astimegoesby:
5
Drama
Dos siluetas caminan por el desierto: la joven Ishtar (Maryam Hamid) y Bab Aziz (Parviz Shahinkhou), su abuelo ciego. Su destino es la gran reunión de derviches (miembros de una hermandad religiosa) que tiene lugar una vez cada treinta años. Pero para encontrar el lugar en el que se celebrará esta reunión hay que tener fe y saber escuchar el infinito silencio del desierto. En su viaje a través de la cegadora extensión de arena, se ... [+]
4 de enero de 2011
7 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por muy loable que sea el propósito de fondo, otra cuestión es el interés que despierta la monotóna encadenación de imágenes místicas, de simbólicos personajes y de lírica poesía. Un empalagoso camino por el desierto, en el que un señor ciego acude a una reunión de derviches que se celebra cada treinta años. Cada vez que su nieta le pregunta dónde es tal reunión, el sabio sufí contesta que no lo sabe, que basta con tener fe, y escuchar al desierto, que los guiará hasta el lugar.
Es una película que gira siempre en torno al mismo concepto: Lo espiritual, el alma, la paz interior... y los distintos encuentros que tiene la pareja protagonista no hacen más que incidir en ello. Entre bellas imágenes, música agradable y bondad suprema, subyace cierta propaganda del Islam como algo repleto de paz, sabiduría y amor. Todo, excesivamente idílico, para combatir a fondo la depauperada imagen que se tiene de la comunidad musulmana.
Una película recomendable para espíritus místicos ávidos de conocer el lado más amable y espiritual de religiones exóticas y el recogimiento humano. Aunque para otros más terrenales todo ello no derive más que en un sopor insufrible.
Es una película que gira siempre en torno al mismo concepto: Lo espiritual, el alma, la paz interior... y los distintos encuentros que tiene la pareja protagonista no hacen más que incidir en ello. Entre bellas imágenes, música agradable y bondad suprema, subyace cierta propaganda del Islam como algo repleto de paz, sabiduría y amor. Todo, excesivamente idílico, para combatir a fondo la depauperada imagen que se tiene de la comunidad musulmana.
Una película recomendable para espíritus místicos ávidos de conocer el lado más amable y espiritual de religiones exóticas y el recogimiento humano. Aunque para otros más terrenales todo ello no derive más que en un sopor insufrible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
"Locura", cuento sufí:
Una vez, hace tiempo, Khidr, maestro de Moisés, dirigió al género humano una advertencia. En cierta fecha, dijo, todas las aguas del mundo que no hayan sido especialmente guardadas desaparecerán. Ellas serán entonces renovadas con diferente agua, la que enloquecerá a los hombres.
Solo un hombre prestó oidos al significado de esta advertencia. Juntó agua y fue a un lugar seguro donde la almacenó, y espero a que el agua cambiara sus características.
En la fecha indicada los torrentes dejaron de correr, los pozos se secaron, y el hombre que había escuchado, viendo lo que estaba ocurriendo, fue a su refugio y bebió del agua que había guardado.
Cuando vio, desde su seguro albergue, que las caídas de agua nuevamente comenzaron a correr, descendió, entremezclándose con los otros hijos de los hombres. Comprobó que estaban pensando y hablando en forma completamente diferente de la anterior; ni siquiera tenían memoria de lo que había sucedido, tampoco recordaban haber sido prevenidos. Cuando trató de hablarles, se dio cuenta de que ellos pensaban que él estaba loco, mostrando hostilidad o compasión, en lugar de comprensión.
Al principio no bebió del agua renovada, sino que regresó a su refugio para procurarse su provisión de todos los días. Pero, finalmente, tomó la decisión de beber la nueva agua porque no pudo soportar la tristeza de su aislamiento, comportándose y pensando de una manera diferente del resto del mundo. Bebió la nueva agua y se volvió como los demás. Entonces olvidó completamente todo lo referente al agua especial que tenía almacenada; y sus semejantes comenzaron a mirarle como a un loco que había sido milagrosamente restituido a la cordura.
Una vez, hace tiempo, Khidr, maestro de Moisés, dirigió al género humano una advertencia. En cierta fecha, dijo, todas las aguas del mundo que no hayan sido especialmente guardadas desaparecerán. Ellas serán entonces renovadas con diferente agua, la que enloquecerá a los hombres.
Solo un hombre prestó oidos al significado de esta advertencia. Juntó agua y fue a un lugar seguro donde la almacenó, y espero a que el agua cambiara sus características.
En la fecha indicada los torrentes dejaron de correr, los pozos se secaron, y el hombre que había escuchado, viendo lo que estaba ocurriendo, fue a su refugio y bebió del agua que había guardado.
Cuando vio, desde su seguro albergue, que las caídas de agua nuevamente comenzaron a correr, descendió, entremezclándose con los otros hijos de los hombres. Comprobó que estaban pensando y hablando en forma completamente diferente de la anterior; ni siquiera tenían memoria de lo que había sucedido, tampoco recordaban haber sido prevenidos. Cuando trató de hablarles, se dio cuenta de que ellos pensaban que él estaba loco, mostrando hostilidad o compasión, en lugar de comprensión.
Al principio no bebió del agua renovada, sino que regresó a su refugio para procurarse su provisión de todos los días. Pero, finalmente, tomó la decisión de beber la nueva agua porque no pudo soportar la tristeza de su aislamiento, comportándose y pensando de una manera diferente del resto del mundo. Bebió la nueva agua y se volvió como los demás. Entonces olvidó completamente todo lo referente al agua especial que tenía almacenada; y sus semejantes comenzaron a mirarle como a un loco que había sido milagrosamente restituido a la cordura.