Haz click aquí para copiar la URL
España España · Ad Petrum, Madrid
Voto de astimegoesby:
2
Serie de TV. Drama Serie de TV (2010-2011). 2 temporadas. 26 episodios. Juan Reyes (Rodolfo Sancho) lleva las riendas de una familia que completan sus tres hermanos menores: Óscar (Roger Berruezo), Frank (Alejandro Albarracín) y Lidia (Miriam Giovanelli). Tras la muerte de sus padres, Juan ha cuidado siempre de ellos de forma abnegada, pero también obsesiva, lo que provoca continuos encontronazos con sus dos hermanos varones. Lidia, la pequeña, es el ... [+]
22 de abril de 2010
20 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras “Gran reserva”, una adaptación ibérica de “Falcon Crest”, continúa la imitación de culebrones inspirados en aves de presa con “Gavilanes”, versión castiza del legendario folletín colombiano “Pasión de gavilanes”. La fórmula utilizada para sacar adelante ambas producciones es exactamente la misma: inspirarse en un éxito ajeno, añadirle absolutamente nada de talento… y rodarlo todo en alta definición. Parece poca cosa, ¿verdad?

Sobre todo porque en este caso nuestros gavilanes parecen palomos. Los protagonistas colombianos, sementales abrasados por la pasión, la ambición y la venganza, se comen con patatas a nuestros hermanos Reyes, auténticos mirlos blancos televisivos. Los culebrones tienen que oler a sudor, codicia, pólvora y semen. Si no, chungo. Y “Gavilanes” apesta a enredos generacionales, conflictos laborales y amores imposibles. Para justificar la blandenguería de nuestros representantes, la productora dice que el producto español es una serie de ficción para prime time, no un novelón de emisión diaria. No me lo creo.

Como no me creo a los protagonistas de la versión española diciendo, con espuma en la boca, la frase bandera de los colombianos: “Porque hasta el más macho de los machos se enamora”. Un ejemplo: uno de los tres hermanos protagonistas da un puñetazo al novio de su hermana, un hombre casado de 55 años. Cuando está en el suelo, le tiende la mano y le dice: “Lo siento, perdóname”. En su lugar, el colombiano le hubiera rematado con una patada en los riñones mientras le escupía: “y la próxima vez que te acerques a mi hermana, bastardo piojoso, te cortaré los huevos y se los echaré a los cerdos”.

No es un problema de la cadena o de la productora. Es un problema de la sociedad española, muy exigente con el tema de los culebrones. Cuando se trata de ambiciones desenfrenadas, odios viscerales y puñaladas traperas tenemos tanta experiencia, hemos visto situaciones tan espeluznantes, hemos conocido a personajes tan repugnantes, que es muy dificil que algo nos parezca original, excitante, sucio. Estamos viviendo el caso Gürtel, pero seguro que recuerdan la trama de espionaje de Esperanza Aguirre, sus relaciones con Gallardón, Tamayo y los transfugas, los GAL, los trajes de Matas, Miguel Sebastián y la foto de Montserrat Corulla, las gafas de Fabra, la fuga de Roldán…

Si la televisión quiere sorprendernos con sórdidas historias de mentiras, ambiciones e infidelidades, me temo que tendrá que currárselo mucho más que con las hazañas de tres cándido palomos.
astimegoesby
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow