Una película de Richard Eyre sonre un guion del escritor Ian McEwuan. Un film sobre periodistas en la encrucijada de contar la verdad o ser los voceros de intereses económicos y políticos disfrazados de patrióticos. Y una película sobre la historia de las naciones y las sociedades que necesitan crearse mitos y falacias para ganar futuros utópicos.

Un periodista de la BBC (Jonathan Pryce), durante la guerra de las Malvinas, prepara un libro sobre otra guerra: la del Sinaí de 1956 que enfrentó a Egipto contra la colación formada por Israel-Gran Bretaña-Francia cuando la primera decidió nacionalizar el canal de Suez. Gran Bretaña y Francia, viejas potencias coloniales, intentaron engañar a sus opiniones públicas y al mundo, firmando un pacto secreto con Israel por el cual intentarían hacer creer que su intervención en el Sinaí era para separar a las dos partes sobre el terreno.

Sobre esa mentira, asistimos al desarrollo de otra guerra -las Malvinas- que sirve al thacherismo para tejer otra mentira sobre patriotismo y viejos valores.

Sobre este trasfondo social y político de periodistas que buscan la verdad, contra periodistas que cuentan la verdad de quien les pagan,- encarnado por un correveidile cínico (Tim Curry)- se entreteje una historia de amor entre el periodista y una compañera de trabajo. El proviene de una familia obrera y su define como socialista, ella proviene de una familia acomodada, a la que le gusta la vida pija de la city, pero con una madre que es una historiadora marxista.

La tensión amorosa va in crescendo pues la entrega del periodista tiene como respuesta una postura reservona y calculada de la chica. En un viaje de fin de semana para conocer a la madre historiadora surgirá a la vez una "locura" amorosa que enturbiará más la situación.

Durante un mitin apoteósico de M. Thatcher, el periodista descubrirá, además, que su amor prefiere el cinismo a la entrega.

Interesante película perteneciente a un género -el periodismo en el cine- que nos ha regalado buenos filmes. Como este.