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Voto de Tylercito:
8
6,6
15.901
Romance. Drama
Leonard (Joaquin Phoenix) es un joven psicológicamente inestable que intenta recuperarse de su última crisis bajo la atenta mirada de sus padres. Inesperadamente entran en su vida dos mujeres: la encantadora y sencilla Sandra (Vinessa Shaw), hija del nuevo socio de su padre, y Michelle (Gwyneth Paltrow), una misteriosa vecina que parece no encajar en un barrio tan anodino. (FILMAFFINITY)
18 de mayo de 2010
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se comenta que para hacer esta película Gray se inspiró en Noches Blancas (1957), de Luchino Visconti. A su vez, Visconti se había inspirado en Noches Blancas, de Dostoievski.
El film del italiano me decepcionó muchísimo al verlo; la novela del ruso es un canto el amor (no consumado, pero amor y al fin de al cabo -como decía un gemelo Cage al final de Adaptation, uno ama y ese amor es algo bello y suyo, independientemente de que éste sea correspondido-) desde la boca de un perdedor, y Mastroianni podía parecer muchas cosas, pero no un perdedor. La película de Gray se aleja del film de Visconti; los diálogos no reproducen literalmente la novela del ruso, la historia no es la misma, etc. Sin embargo, este alejamiento parece recorrer un camino circular, pues el film de Gray me parece bastante más cercano al espíritu de la novela del ruso que el de Visconti.
Joaquin Phoenix sí es un perdedor, un ingenuo perdedor. Y está enamorado de una mujer que espera a otro hombre. Y este pobre desequilibrado deberá elegir (y aquí radica la principal diferencia con la novela) entre un fantasma fugitivo o la mediocridad cálida del hogar, entre la pasión y el cariño, entre dos mujeres que jamás serán complementarias... entre una muerte romántica y una vida gris.
Una grata sorpresa y un gran film de James Gray, director que empezaré a tener en cuenta a partir de Two Lovers.
El film del italiano me decepcionó muchísimo al verlo; la novela del ruso es un canto el amor (no consumado, pero amor y al fin de al cabo -como decía un gemelo Cage al final de Adaptation, uno ama y ese amor es algo bello y suyo, independientemente de que éste sea correspondido-) desde la boca de un perdedor, y Mastroianni podía parecer muchas cosas, pero no un perdedor. La película de Gray se aleja del film de Visconti; los diálogos no reproducen literalmente la novela del ruso, la historia no es la misma, etc. Sin embargo, este alejamiento parece recorrer un camino circular, pues el film de Gray me parece bastante más cercano al espíritu de la novela del ruso que el de Visconti.
Joaquin Phoenix sí es un perdedor, un ingenuo perdedor. Y está enamorado de una mujer que espera a otro hombre. Y este pobre desequilibrado deberá elegir (y aquí radica la principal diferencia con la novela) entre un fantasma fugitivo o la mediocridad cálida del hogar, entre la pasión y el cariño, entre dos mujeres que jamás serán complementarias... entre una muerte romántica y una vida gris.
Una grata sorpresa y un gran film de James Gray, director que empezaré a tener en cuenta a partir de Two Lovers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¿Qué decir del final? Me encanta, ¡me encanta! Amigos, eso es la vida. Para mí conecta muy bien con otros films sobre el amor que adoro, como el monólogo final de John Cusack en Alta fidelidad (me canso de las fantasías, pero no me canso de ti, etc) o el "Vale" final compartido de Joel y Clementine al final de ¡Olvídate de mí! Sin embargo, la película que más cercana me ha resultado en cuanto al poso amargo que deja (algo que, ahora que lo pienso, no tenía la novela de Dostoievski) es la agridulce comedia española Más pena que gloria. Veánla y sorpréndanse con los paralelismos existentes entre ambos films, ignorando las divergencias de género y tono.
¡Ah! Y el momento pezón de la Paltrow y demás "momentos ventana" me han recordado mucho al sexto mandamiento de Kieslowski (o a su No amarás, tanto da), que a su vez me recordaba y mucho a La ventana indiscreta (con todo lo que conlleva esto para el espectador). Y es que Michelle es puro cine. Pura ilusión.
¡Ah! Y el momento pezón de la Paltrow y demás "momentos ventana" me han recordado mucho al sexto mandamiento de Kieslowski (o a su No amarás, tanto da), que a su vez me recordaba y mucho a La ventana indiscreta (con todo lo que conlleva esto para el espectador). Y es que Michelle es puro cine. Pura ilusión.