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Voto de Maggie Smee:
4
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Terror
Álex es una chica segura de sí misma, con una fuerte personalidad y gran tenacidad. Está muy unida a su mejor amigo Abraham, a quien brinda constante ayuda y apoyo, ya que Abraham es un chico tímido, retraído e inseguro, principalmente debido a la compleja relación con sus padres. Pero todo cambia cuando Daniel, el padre de Abraham, muere en un extraño accidente, cuya causa no está clara. A partir de este momento, Álex caerá en un viaje ... [+]
13 de octubre de 2018
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Laura Alvea y José F. Ortuño son dos figuras prometedoras del panorama nacional. Cuentan con cierto apoyo de la crítica y seguidores. Eso me alegra. Ambos tienen trayectorias en el mundo audiovisual desde hace tiempo, a pesar de ser jóvenes, y el cine es algo que les encanta. Por todo esto, que no es poco, de verdad esperamos que les vaya aún mejor. Por desgracia, a fecha de hoy, no pude ver su primer largometraje, “The Extraordinary Tale of the Times Table”, que es donde muchos empezaron a tenerles respeto. Para este, su segundo largometraje, han tenido un presupuesto mínimo, aunando fuerzas desde productoras muy modestas, desde Claqueta a Acheron entre otras, y contar con apoyo belga.
Debo decir a su favor que, gente que ha tenido problemas mentales transitorios la ha encontrado interesante. Personalmente me hubiera encantado tirar cohetes tras su visión o al menos que me hubiera convencido, pero no ha sido así. Y me duele. Al cine español le hace falta savia nueva y el que “Ánimas” hubiera salido redonda hubiera constituido más que un milagro. Otra vez será. Pero directamente me voy al espacio de spoiler para explicar mis motivos.
Debo decir a su favor que, gente que ha tenido problemas mentales transitorios la ha encontrado interesante. Personalmente me hubiera encantado tirar cohetes tras su visión o al menos que me hubiera convencido, pero no ha sido así. Y me duele. Al cine español le hace falta savia nueva y el que “Ánimas” hubiera salido redonda hubiera constituido más que un milagro. Otra vez será. Pero directamente me voy al espacio de spoiler para explicar mis motivos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
SPOILER
Creo que el fallo principal está en su guión. No nos ubica, se nos oculta mucha información para, en la recta final, en un intento de sorprendernos, como hace tramposamente M. Night Shyamalan, empezar a desvelar sus intenciones. No sabemos, no ya donde transcurre la acción con esa mezcolanza de acentos, si no si es de día o de noche, con esas perennes tonalidades verdes o rosáceas, más que propias del cine de Argento, como si se hubiera rodado junto a unos neones de un “puti club”. Entre maquetas, pocos exteriores que parecen polígonos industriales y una dirección artística sin mucha inventiva, más que una intención claustrofobia lo que provoca es potenciar sus limitaciones.
Algunos ha aludido a la influencia de Hitchcock o Carpenter. Yo eso no lo veo, a no ser por esos humos constantes que me evocan a “La niebla”, aunque sí veo un intento de emular a Lynch, Cameron, Craven, De Palma o de Tony Scott, además de beber de “La escalera de Jacob” de Lyne o de “El corazón del ángel” de Parker.
La elección de los actores no es muy acertada, no en los secundarios, aunque encuentre desaprovechadas a Ángela Molina o Liz Lobato que no pueden hacer más de lo que hacen, si no a la pareja protagonista, cuyos cometidos les podía haber quedado algo grandes, aunque no por ello sea una labor despreciable. Mejor de lo que habitualmente vemos en jóvenes actores nacionales, pero como decimos, muy difícil era abarcar el propósito encomendado, sobre todo con un perfil algo pobre de sus personajes.
El resto de factores técnicos, incluyendo los excesivos efectos de sonido, hacen lo posible para potenciar el clima que se requería, incluyendo sus partes más oníricas. Pero para estas cosas creo que hubiera sido mejor tener presente el mejor Polanski, y le hubiera dado más cotidianidad a todo, menos ambiente forzado. No hay peor pesadilla que el vivir dentro de una aparente cotidianidad, tal y como llega a decir la propia Álex en un momento del film: “Es que era todo tan real...”
Siento, la verdad, decir todo esto, como confesar que la dirección en este caso ha sido errónea, tanto la dirección de actores como la de del trayecto a seguir, siendo la puntilla en este “viaje”, el echar en falta en todo momento sentido de la maldad, por muchas cuchillas de afeitar o cristales rotos que se nos mostraban. No llega a tener un punto retorcido o malsano, hay una asombrosa ausencia de malicia, por lo que flotaba en el ambiente cierto aire de inocencia en lo que se nos contaba, cosa que ha ido en su contra, un concepto tan simple como por ejemplo la resolución de la escena de la discoteca del principio, con falta de figuración, innecesaria y más cercana a una serie infantil que a un público adulto.
Pero a pesar de lo dicho, y aún siendo consciente que puede haber un público que lo vea exclusivamente como un cine de evasión, puede quedar como ejemplo de un cine fantástico poco habitual en nuestro cine y por ello librarse de la quema.
Creo que el fallo principal está en su guión. No nos ubica, se nos oculta mucha información para, en la recta final, en un intento de sorprendernos, como hace tramposamente M. Night Shyamalan, empezar a desvelar sus intenciones. No sabemos, no ya donde transcurre la acción con esa mezcolanza de acentos, si no si es de día o de noche, con esas perennes tonalidades verdes o rosáceas, más que propias del cine de Argento, como si se hubiera rodado junto a unos neones de un “puti club”. Entre maquetas, pocos exteriores que parecen polígonos industriales y una dirección artística sin mucha inventiva, más que una intención claustrofobia lo que provoca es potenciar sus limitaciones.
Algunos ha aludido a la influencia de Hitchcock o Carpenter. Yo eso no lo veo, a no ser por esos humos constantes que me evocan a “La niebla”, aunque sí veo un intento de emular a Lynch, Cameron, Craven, De Palma o de Tony Scott, además de beber de “La escalera de Jacob” de Lyne o de “El corazón del ángel” de Parker.
La elección de los actores no es muy acertada, no en los secundarios, aunque encuentre desaprovechadas a Ángela Molina o Liz Lobato que no pueden hacer más de lo que hacen, si no a la pareja protagonista, cuyos cometidos les podía haber quedado algo grandes, aunque no por ello sea una labor despreciable. Mejor de lo que habitualmente vemos en jóvenes actores nacionales, pero como decimos, muy difícil era abarcar el propósito encomendado, sobre todo con un perfil algo pobre de sus personajes.
El resto de factores técnicos, incluyendo los excesivos efectos de sonido, hacen lo posible para potenciar el clima que se requería, incluyendo sus partes más oníricas. Pero para estas cosas creo que hubiera sido mejor tener presente el mejor Polanski, y le hubiera dado más cotidianidad a todo, menos ambiente forzado. No hay peor pesadilla que el vivir dentro de una aparente cotidianidad, tal y como llega a decir la propia Álex en un momento del film: “Es que era todo tan real...”
Siento, la verdad, decir todo esto, como confesar que la dirección en este caso ha sido errónea, tanto la dirección de actores como la de del trayecto a seguir, siendo la puntilla en este “viaje”, el echar en falta en todo momento sentido de la maldad, por muchas cuchillas de afeitar o cristales rotos que se nos mostraban. No llega a tener un punto retorcido o malsano, hay una asombrosa ausencia de malicia, por lo que flotaba en el ambiente cierto aire de inocencia en lo que se nos contaba, cosa que ha ido en su contra, un concepto tan simple como por ejemplo la resolución de la escena de la discoteca del principio, con falta de figuración, innecesaria y más cercana a una serie infantil que a un público adulto.
Pero a pesar de lo dicho, y aún siendo consciente que puede haber un público que lo vea exclusivamente como un cine de evasión, puede quedar como ejemplo de un cine fantástico poco habitual en nuestro cine y por ello librarse de la quema.