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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
6
Drama En junio de 1971 The New York Times y The Washington Post tomaron una valiente posición en favor de la libertad de expresión, informando sobre los documentos del Pentágono y el encubrimiento masivo de secretos por parte del gobierno, que había durado cuatro décadas y cuatro presidencias estadounidenses. En ese momento, Katherine Graham (Meryl Streep), primera mujer editora del Post, y el director Ben Bradlee (Tom Hanks) intentaban ... [+]
20 de enero de 2018
66 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para los tiempos que corren, no ya en Estados Unidos con el polémico Donald Trump en la presidencia, si no en todos los países que supuestamente integran el “primer mundo”, “Los archivos del pentágono” es un film necesario. Con todas sus virtudes y defectos. Es de esa clase de mensajes, con el respaldo de estar basado en hechos reales (aunque no del todo imparcial), que es necesario proclamar a los cuatro vientos, y no desde el cine independiente, si no desde una de las más potentes productoras de Hollywood como es la Fox y, de manos de Spielberg, el cual a estas alturas no necesita ningún tipo de presentación. Esa supuesta libertad de la que disfruta tanto el ciudadano de a pie como los medios de comunicación, está cada vez más en entredicho, y conviene que nunca olvidemos que estamos expuestos a cualquier tipo de manipulación urdida desde las altas esferas. Como se llega a decir en el propio film: “la prensa debe estar al servicio del gobierno pero no de sus gobernantes”.

Spielberg ha hecho una buena labor, como era de esperar, sobre todo a nivel técnico. Ha querido ser riguroso y, ante todo, ha querido informar desde el respeto, pero su recreación ha sido más intelectual que visceral. No ha tenido la garra que otros maestros han demostrado, como por ejemplo Costa- Gavras, Preminger, Rossen, Frankenheimer o Andrzej Wajda al ser capaces de imprimir nervio y veracidad. Incluso no está a la altura de la inspiración de Stone cuando llevó a cabo su “J. F. K: Caso abierto”, Pakula con “Todos los hombres del presidente”, Pollack con “Los tres días del cóndor” o el defendible (por mi parte) “remake” de Demme “El mensajero del miedo”. Ha cumplido, sin duda, pero con un resultado lejano al que obtuvieron sus antecesores, y eso que ya venía entrenado de “Munich”.

En cuanto a los factores técnicos es de admirar su difícil ambientación y todo, una vez más, está llevado a cabo con rigor. Pero hay cosas que del todo no me convencen. La partitura musical de Williams es un autoplagio de otras obras suyas, con aires más cercanos a los temas galácticos que a obras donde el “suspense” era fundamental. En esta ocasión ha pasado de tener un sello característico a sonar demasiado a otras cosas, aunque también funciona. El viejo maestro a estas alturas demuestra lo mucho que sabe. Me desconcierta la fotografía del siempre respetado Janusz Kaminski, también colaborador habitual de Spielberg, cuyo trabajo en interiores es impecable, sobre todo en las oficinas, donde parece absorber atmósferas ya retratadas por Gordon Willis u Owen Roizman, excelente fotógrafo y que en los años setenta colaboró en películas bastante importantes. Contrasta mucho con las escenas de exteriores, sobre todo donde había de por sí una muy buena iluminación se produce un uso abusivo de pantallas blancas refractarias, los llamados "sticos".

En todo este envoltorio ha cuidado mucho la elección de sus actores, sobre todo la extensa galería de personajes secundarios en su mayoría masculinos. Su pareja protagonista la forman Tom Hanks, habitual en el cine de su director, que se ve que ha estado en todo momento controlando sus gesticulaciones, intentando dar un paso adelante en lo que la construcción de un personaje sin florituras para desprenderse de esa imagen de actor con limitaciones. Mejor su compañera, Meryl Streep, la cual, una vez más es capaz de demostrar, con una simple inflexión de su voz, dar toda la intención del mundo. Sé que hay gente que le tiene manía o que no la aguanta. No me encuentro en ese sector. Creo que es una de las mejores de toda la historia, una superdotada, auténtica dominadora de su profesión.

Como decíamos al principio, “Los archivos del pentágono” no es del todo imparcial. Se le ha acusado de prestarle más protagonismo al Washington Post que al New York Times en esta historia, cuando realmente no debería haber sido así. También pienso que, en esta ocasión, Spielberg muerde pero no provoca sangre, no hay desgarros de ningún tipo, puede que para no provocar que le caigan más enemigos, posiblemente, pero debió ser más incisivo. Aún así, creo que se trata de una película más que correcta y que facilitará el que muchos conozcan una historia que merece la pena, sobre todo por la cuenta que nos trae y con hasta ciertos valores, como la unidad, virtud que parece ser que hoy día no esté de moda.
Maggie Smee
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