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España España · Madrid
Voto de Eduargil:
7
Drama. Romance Segunda Guerra Mundial. En Marsella, refugiados de toda Europa embarcan rumbo a América, huyendo de la ocupación Nazi. Entre ellos, el joven alemán Georg, que suplanta la identidad de un escritor muerto para utilizar su visado que le garantiza refugio en México. En Marsella Georg se enamora de Marie, una joven que busca desesperadamente al hombre a quien ama, sin el que no está dispuesta a irse.(FILMAFFINITY)
17 de junio de 2018
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Tránsito una voz en off surge de la nada. Alguien habla de forma continuada a lo largo de la película de Christian Petzold sin que el espectador tenga muy claro a quien escucha, pero tampoco tendrá claro lo que realmente se cuenta. La voz comienza cuando Georg (Franz Rogowski) huye de las tropas alemanas y lee un manuscrito que ha dejado el escritor Weidel antes de morir.

Al principio todo parece indicar que pertenece al literato, y por lo tanto se trata de una reproducción del texto, sin embargo, posteriormente nos damos cuenta de que nuestro pensamiento iba en otra dirección: la voz surge desde otra perspectiva dentro de la trama. Pero esto se revela mucho más tarde. Al final llegamos a la conclusión, de que la intriga de saber quien es el narrador, es lo de menos y no tiene importancia. Estamos ante una película en la que las personas y las palabras se disuelven constantemente, donde nada se soluciona y todo está en el limbo.

En Tránsito cuenta cómo Georg intenta abandonar Europa mientras todavía está atrapado en Marsella como ilegal. Cuando surge la oportunidad de suplantar la identidad de Weidel y viajar a México con una visa, conoce a Marie (Paula Beer), la esposa del escritor. Georg se enamora de ella, pero no le dice nada sobre sus planes. Mientras tanto, Marie considera abandonar el país con su amante (Godehard Giese), pero la incertidumbre sobre el destino de su esposo la mantiene.

La indecisión juega un papel importante en los personajes y estos, parecen condenados a una existencia eterna en tránsito. Estar en tránsito significa no estar en ninguna parte, no estar enraizado, ni siquiera pertenecer a algo o a alguien. Es estar atrapado en un estado intermediario. Es no tener pasado, siempre con la esperanza de un futuro mejor pero condenado en el presente indefinidamente sin presencia real. Estar en tránsito también se convierte en una experiencia física y mental.

Es bastante clarividente, que la llegada de tropas alemanes a la ciudad de Marsella mencionadas En Tránsito se refiere a la ocupación nazi. A pesar de encontrarnos en un contexto histórico diferente, en un país mas o menos contemporáneo, con edificios y automóviles modernos y televisiones de pantallas planas, Christian Petzold utiliza hábilmente este recurso metafórico para realizar una crítica a la crisis de los refugiados.

Marsella escenifica un lugar que no es real sino un purgatorio en el que pasado y presente ya no se pueden separar el uno del otro. Marsella parece un pueblo fantasma. La ciudad con su importante puerto, es el punto de tránsito, donde todos los refugiados se encuentran, en los cafés, los hoteles baratos, las embajadas, las tiendas…. todo ello debido a la interminable búsqueda de visas para huir a los Estados Unidos o México. Es imposible evitar la conexión de En Tránsito con el clásico de culto “Casablanca” (1942). En ambas, la acción se desarrolla en un puntos importantes para huir de los alemanes, en esta ocasión, de Europa a América.

Christian Petzold construye un deslumbrante drama lleno de incertidumbres entre dos épocas: el presente y la Segunda Guerra Mundial, momento en el que tiene lugar la acción de la novela de Anna Seghers en la que basa la película. La mezcla del ayer y el hoy, y ese enredo de anacronismos donde se combina de forma ambigua lo fantasmal y lo real, provocan en el espectador una irritación inteligente que funciona increíblemente bien.

Además, las imágenes en CinemaScope con colores saturados del director de fotografía Hans Fromm, también contribuyen a esa irritación y confusión en el espectador. Tales imágenes consiguen recalcar la indeterminación del momento en el que se desarrolla la acción de la película. Los colores elegidos son más adecuadas para una época pasada que chocan con las imágenes de una Marsella actual.

En Tránsito es una película inteligentemente diseñada, a pesar de la confusión generada en el espectador, liberada de toda opulencia escenificada, y sobre la incapacidad de olvidar. Por lo tanto, aunque no sea la intención de Petzold, En Tránsito es una película de advertencia ante el resurgir de ciertos movimientos, grupos y partidos políticos xenófogos y fascistas en Europa. Una llamada de atención para que no se vuelva a repetir la historia.

https://cinemagavia.es/en-transito-pelicula-critica/
Eduargil
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