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España España · Madrid
Voto de Eduargil:
8
Drama Década de 1990. Tonya Harding es una prometedora patinadora sobre hielo estadounidense, una joven de clase obrera, siempre bajo la sombra de su implacable e insensible madre, pero con un talento innato capaz de hacer un triple axel en competición. En 1994, su principal rival para los Juegos Olímpicos de Invierno es su compatriota Nancy Kerrigan, a la que, poco antes de los Juegos, un matón a sueldo la golpea la rodilla con una barra de ... [+]
23 de febrero de 2018
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver un documental sobre patinaje artístico, el guionista Steven Rogers repentinamente se acordó de esa página negra de la historia deportiva estadounidense. Decidió profundizar en la vida de Tonya Harding. Entabló conversación con la propia Harding y con su ex marido Jeff Gillooly, a quienes se les ocurrieron historias contradictorias. Craig Gillespie decide que ambas historias compartan escenario y así, de esta forma, reconocer que no hay una manera real de llegar a la verdad de lo ocurrido y permite al público extraer sus propias conclusiones.

De esta manera comienza Yo, Tonya: “Basado en entrevistas absolutamente ciertas, totalmente contradictorias y sin ninguna ironía con Tonya Harding y Jeff Gillooly”. Desde un principio apreciamos que se trata de una película biográfica fuera de los esquemas y de la lógica narrativa clásica, en perpetuo equilibrio entre el falso documental, comedia de humor negro y la reconstrucción de una vida vivida en constante lucha contra todo y todos.

Craig Gillespie (“Lars y una Chica de Verdad”, 2007) escoge el camino de la variación continua de tonos y registros, la múltiple exposición de puntos de vista, con personajes que proporcionan versiones diferentes y contradictorias sobre los hechos. Elige un estilo poco convencional de manera que la película parece un “falso documental”, en el que los personajes más importantes, fundamentalmente, Tonya, Jeff y LaVona, intentan arrojar luz sobre todo lo ocurrido a través de una serie de entrevistas.

Además, durante el transcurso de la cinta, “la cuarta pared” se rompe regularmente y los personajes hablan directamente con el espectador. Ocasionalmente, Gillespie usa una pantalla dividida para enfatizar cuán delgada es la linea de los hechos y argumentos de unos y otros.

Hay mucho humor con tintes negros en toda la película, pero sin alejarse de la delicada y grave de situación planteada. La violencia doméstica, tanto física entre Jeff y Tonya como psicológica por parte de LaVona, mostrada de manera continua, es un asunto muy serio y de poca gracia. El abuso insinuado en la cinta, coincide con las declaraciones oficiales de Tonya Harding en varias entrevistas. Además de esa violencia, los celos, la lucha y las diferencias de clase son temas recurrentes que se abordan hábilmente y, por lo tanto, también llegan al espectador.

Para el director, la relación de Tonya con su madre, explica en parte el motivo de haberse casado con un hombre que la golpeaba y abusaba emocionalmente de ella. Como declara la propia Tonya, la violencia había sido tan habitual en su vida, que de alguna manera, era concebida como algo normal en su matrimonio. Una relación familiar rota y una vida conyugal turbulenta se dibuja aquí, que teóricamente hubiera dado suficiente material para un drama muy serio, pero Gillespie consigue de forma audaz suavizar y hacer llevadero el tema con un fino humor negro

La actriz australiana Margot Robbie desempeña una impresionante actuación y saca el máximo partido, en todas las facetas, a un personaje controvertido y complejo. Se implicó muy apasionadamente en este proyecto, no solo a través de sus esfuerzos interpretativos, sino también es una de las productoras de la película. Margot Robbie sufre una gran transformación para interpretar a Harding. Se adorna de rizos de principios de los 90 y realiza un sensacional esfuerzo con el acento y los gestos de la clase trabajadora del noroeste del Pacífico.

Aunque Robbie tomó muchas lecciones para las escenas sobre el hielo, hay que destacar el magnífico uso de trucos informáticos (CGI), los dobles, el sensacional movimiento de cámara que captura la acción con precisión sin cortes. Todo ello consigue la ilusión perfecta para que veamos a Robbie realizando pequeños milagros en la pista de hielo.

No menos importante es el rendimiento de Allison Janney, que dibuja a la perfección la imagen diabólica de una mujer aparentemente desprovista de cualquier sentimiento hacia su hija, que ha crecido con el sonido de bofetadas, opresiones y humillaciones. Allison Janney es tan buena en su papel de mujer fría y sin emociones que conseguirá que la odiemos al finalizar la película. Además, aprovecha al máximo su increíble tic cómico para llevar a LaVona al borde mismo de la caricatura: su metraje de la entrevista incluso se hace con un periquito en el hombro.

Yo, Tonya es una amarga sátira en la que nunca, como espectador, sabes dónde está la verdad para establecerse. En cortas secuencias de entrevistas, los personajes más diversos casi siempre se contradicen, por supuesto, la historia de Tonya, en teoría, es la que debe ser considerada como la única verdad. Es una crítica a la sociedad americana por su percepción convencional de como debe ser el cuerpo femenino, y a los medios de comunicación estadounidenses que se cebaron con Harding, especialmente después del “incidente” clave de la trama, cuando la llamaron “basura blanca”. Tonya en ese momento tenía 23 años.

Craig Gillespie logra encontrar dentro de ese mundo cruel, repleto de violencia, vivido por Tonya Harding, algo de humor para suavizar y hacer más llevadero el relato. El director esquiva las acusaciones de tolerar el abuso al dejar muy claro desde el comienzo de la película que se trata de una declaración unilateral, es decir, la versión de Tonya. A partir de aquí, nuestra heroína luchará contra el esnobismo y el clasismo, una madre destructiva, un padre ausente y un marido potencialmente violento y abusivo, para lograr habilidades en el hielo que ninguna otra mujer estadounidense lo había conseguido antes.

https://cinemagavia.es/yo-tonya-pelicula-critica/
Eduargil
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