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España España · Madrid
Voto de Eduargil:
7
Drama Ben y Rose son niños de dos épocas distintas, que desean en secreto que sus vidas sean diferentes. Ben sueña con el padre que nunca conoció, mientras Rose lo hace con una misteriosa actriz, cuya vida condensa en un cuaderno de recuerdos. Cuando Ben descubre una pista en su casa, y Rose lee un tentador titular en el periódico, ambos comienzan una búsqueda que se desarrollará con una fascinante simetría. (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2018
24 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cualquiera que conozca la filmografía de Todd Haynes no la describirá precisamente como accesible. Su magistral último trabajo, “Carol” (2015), sobre un romance lésbico en la década de los 50, no fue exactamente una película para todos los públicos. Ello no tiene nada que ver con la calidad de sus películas, todo lo contrario, posiblemente estemos ante uno de los mejores realizadores contemporáneos, sino por la complejidad de sus temáticas y contenidos.

En cambio, con Wonderstruck, posiblemente estemos ante una excepcionalidad en su obra, un cuento de hadas moderno, dirigida tanto a mayores como a jóvenes, ideal para verla en familia. Aunque el libro de Selznick presenta personajes infantiles, y estaba dirigido en un inicio al público más joven, en el fondo conecta con los lectores de todas las edades. Con Wonderstruck sentimos que Haynes apunta en la misma dirección, continua con el mismo enfoque y no se dirige exclusivamente a un público infantil.

Wonderstruck es una película sobre la vida, el cine y los museos. Utiliza la luz, el sonido, el montaje, la puesta en escena y los decorados para retratar las misiones profundamente sentidas de dos niños: Ben y Rose. Ambos poseen la misma edad y dificultades (son sordos) para encontrar a sus respectivos padres. Ben y Rose no se sienten realizados en sus lugares y sueñan con otra vida. Ambos deciden ir a Nueva York y tomar el mismo camino. Las dos lineas narrativas se describen en paralelo a la espera de que ambas confluyan en un mismo punto y nos de respuesta a las intrigas planteadas de inicio.

La aparición de Millient Simmonds en su debut en la gran pantalla, es un maravillosa sorpresa y un gran descubrimiento. Tras una mirada conmovedora y unos gestos equilibrados, sentimos y notamos de manera natural todas sus emociones. El otro protagonista infantil, Oakes Fegley, en cambio, pese a su corta edad, es ya un veterano. Todos le recordaremos por su actuación en “Peter y el Dragón” (2016).

Sobre las películas de Tod Haynes, independientemente de que puedan estar mejor o peor, lo único que puede asegurarse siempre es que el diseño de producción será perfecto y Wonderstruck no es una excepción. El diseñador Mark Friedberg (The Amazing Spider-Man 2) recrea dos épocas totalmente diferentes de Nueva York con un toque magistral. Es una autentico gozo y placer observar la profundidad y minuciosidad con que están filmados todos los detalles de cada periodo.

Como nos tiene siempre acostumbrados, Tod Haynes ha conseguido nuevamente en Wonderstruck mostrarnos su especie de marca registrada: Realizar una película pensando hasta el mínimo detalle. Junto a su Director de Fotografía Ed Lachman, usan una sorprendente combinación de películas Kodak de 35 mm en blanco y negro, con otras en color, para dar a las dos líneas narrativas desarrolladas en la trama una autenticidad y una belleza única.

La ciudad de Nueva York de los años 20 que habita Rose, además de la magnífica fotografía, va acompañado de un impresionante diseño de vestuario, decorados y escenografías que consiguen mágicamente transportar y trasladar a los espectadores a otra era. Desde la ropa de la gente hasta los carruajes de la época mantienen nuestros sentidos absortos ante la magnitud del espectáculo ofrecido por Haynes, donde todo está recreado a la perfección. La fotografía en blanco y negro aumenta la sensación de realismo, del mismo modo que la inexistencia de sonido crea la impresión de estar viendo una película muda.

El mundo de Ben en la década de los 70, psicodélico, funky y saturado contrasta con el de Rose en Blanco y negro, silencioso, entusiasta y envolvente. Ed Lachman recrea estos años con colores naranjas quemados. Al igual que en la época de Rose, las calles llenas de gente por las que deambula Ben están minuciosamente realizadas tanto en decorados como vestuarios. Ademas, Tod Haynes, emplea aquí canciones como “Space Oddity” de David Bowie o “Fox On The Run” de Sweet para conseguir mayor efecto y autenticidad.

Al igual que en las películas mudas, la partitura tiene un peso relevante en el resultado final, y por la magnífica utilización de la música en cada una de las escenas, brilla el excelente trabajo de Carter Burwell con el que ya colaboró Haynes en “Carol“. Su música evoca sentimientos y emociones sin llegar a ser nunca manipulador.

Wonderstruck realiza un bello homenaje al cine mudo, a esa transición hacía el cine sonoro. Una película mágica que consigue trasladar al espectador, como si de una máquina del tiempo se tratara, a otras épocas (los años 20 del cine mudo y la época funky de los 70), gracias a una espectacular ambientación con una minuciosa realización donde se cuida el más mínimo detalle.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Eduargil
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