El sentido del humor de Halle Berry en los Razzies es lo único que me frena de no darle la puntuación mínima.

Porque el amigo Pitof se encargó de hacer una de las peores adaptaciones y películas en general del mundo de los superhéroes y del séptimo arte en su conjunto. Una película que nos trae una Halle Berry más orientada a enseñar pechuga que a lucir cuero en un ¿guión? que se basa un poco en la Catwoman de Tim Burton en Batman Vuelve pero con bastante menos gracia.

A la pobre Halle Berry le acompaña un Benjamin Bratt -algo así como una especie de Lou Diamond Phillips sin carisma- y una antagonista como Sharon Stone en lo que debe ser uno de los peores papeles de su carrera. Bueno, ellos, y una manada de imágenes computerizadas que directamente hacen que te sientas estafado, incluyendo gatos hechos por ordenador. Planos digitales, acrobacias mal llevadas y una historia sin trascendencia alguna que además acaba convirtiéndose en una película romántica casi de sobremesa con canciones de soul de fondo.

Tremendo fracaso a todos los niveles.