Plagada de luz y de color, la tercera entrega sobre una de las aventuras más locas y, sobretodo, complicadas de Thor se posiciona como el mejor film sobre él hasta la fecha. No obstante, era una meta muy fácil de superar puesto que las anteriores películas del Dios del Trueno se pueden considerar como de las peores de Marvel, entre alguna otra más.

Tras ver que las anteriores cintas no han sabido funcionar bien dentro del UCM, Marvel Studios decidió contratar a Taika Waititi para tomar las riendas de algo que parecía acabado. Waititi junto con los guionistas del film, Christopher Yost, Stephany Folsom y Craig Kyle, han creado una nueva versión, renovada y fresca para Thor. Sin embargo, y a pesar de todos los esfuerzos notables por parte de todo el equipo, sólo han conseguido crear y ridiculizar a casi todos los personajes que formaban parte de esta familia con un humor que se asemeja al de ‘Guardianes de la Galaxia’; aunque en este caso sólo han conseguido una burda imitación que, a pesar de hacer reír en muchos momentos de la historia, consigue crear una desconexión con la trama principal que saca del clímax al espectador, todo debido principalmente a lo mencionado anteriormente: la ridiculización de muchos de los personajes, sobretodo de Loki (Tom Hiddleston), uno de los pilares importantes- por no decir el único- de los largometrajes sobre Thor.

Uno de los grandes fallos que suele tener Marvel Studios en sus exitosas cinta es el poco trato y potencial que no desarrollan sobre el villano, un factor muy importante. En esta ocasión se puede decir al fin que Hela, interpretada por la gran actriz australiana Cate Blanchett, está a la altura de las circunstancias. Otro detalle muy importante en la historia es que Waititi ha decidido mantener la esencia y la seriedad del personaje, contraponiendo lo al nuevo giro de los acontecimientos, un bonito detalle que se agradece puesto que es la propia Hela quien mantiene, en su mayor medida, al espectador atento al film.

Otro aspecto que han sabido llevar muy bien ha sido la relación entre Thor y Hulk (Mark Ruffalo). A pesar de que en los tráilers se veía el nacimiento de una verdadera amistad- ya que hasta ahora no había mucho trato entre ellos en los Vengadores- en la película parece más bien como un monólogo entre dos comediantes de estilos muy distintos. No obstante, ese extraño dueto es el que más sonrisas saca a toda la sala de cine y, como ya se vio en ‘Los Vengadores: La Era de Ultrón’, ‘Thor: Ragnarok’ también es un gran punto de inflexión en el personaje de Bruce Banner, y también añadir a Loki en esta reflexión.

Para leer más: http://proyectofreak.com/pw/critica-thor-ragnarok-el-espectaculo-de-lo-absurdo/