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Voto de Cinemagavia:
20 de febrero de 2021
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El cine en Corea
Observar la taquilla coreana es un acto decididamente curioso, sobre todo si tratamos de encontrar consistencia o continuidad. Por ejemplo, la película más taquillera del año ha sido local; durante al menos diez años, el top ten absoluto lo confirma.
El caso de Trabajo extremo (Extreme Job), filme más taquillero de 2019, es tan llamativo como inexplicable. Una película que quiere recuperar el triunfo de las comedias de género surcoreano de hace quince años, y que sale triunfante. Ha funcionado con una audiencia local, pero es poco probable que atraiga el corazón de un occidental acostumbrado a un cine coreano más elegante, refinado, rico y, ligeramente, más nítido en el mejor de los casos.
*La improvisación
Si intentas obtener un resultado ambicioso, no habrá forma de lograrlo. Pero cuando te enfrentar al mismo compromiso sin prestarle demasiada atención, tienes más probabilidades de convertir lo imposible en realidad.
Trabajo extremo (Extreme Job) es una comedia policíaca de Lee Byeong-heon en la que una actividad improvisada se convierte, inadvertidamente, en la gallina de los huevos de oro. Un grupo de cinco detectives (no particularmente heroicos o tácticos) intenta, en todos los sentidos, siempre sin éxito, destacarse frente al severo jefe policial que ahora ha renunciado a creer en el potencial del equipo, prefiriendo disolverlo de inmediato.
La última oportunidad de redimirse será siguiendo a una notoria banda de narcotraficantes. Una operación que requerirá mucho tiempo, identificada en un restaurante de pollo frito e ideal para no llamar la atención. Sin embargo, la situación se complica cuando son besados por el éxito. Su cocina se vuelve viral y las colas de clientes interminables. Una trama que ha sido utilizada anteriormente en filmes como Granujas de medio pelo (2000) de Woody Allen.
*Conclusiones
¿Es más fácil detener el tráfico de drogas o hacer un delicioso pollo frito? Lee Byeong-heon fabrica una bolsa de fuego que lanza a toda velocidad, alargando las secuencias y desencadenando una caída tras otra. Una concatenación de gags efecto dominó que instauran un espíritu pop inmediato.
Un producto diseñado para complacer las necesidades del espectador promedio; sobrevalorada pero simpática.
Escrito por Soraya Unión Álvarez
Observar la taquilla coreana es un acto decididamente curioso, sobre todo si tratamos de encontrar consistencia o continuidad. Por ejemplo, la película más taquillera del año ha sido local; durante al menos diez años, el top ten absoluto lo confirma.
El caso de Trabajo extremo (Extreme Job), filme más taquillero de 2019, es tan llamativo como inexplicable. Una película que quiere recuperar el triunfo de las comedias de género surcoreano de hace quince años, y que sale triunfante. Ha funcionado con una audiencia local, pero es poco probable que atraiga el corazón de un occidental acostumbrado a un cine coreano más elegante, refinado, rico y, ligeramente, más nítido en el mejor de los casos.
*La improvisación
Si intentas obtener un resultado ambicioso, no habrá forma de lograrlo. Pero cuando te enfrentar al mismo compromiso sin prestarle demasiada atención, tienes más probabilidades de convertir lo imposible en realidad.
Trabajo extremo (Extreme Job) es una comedia policíaca de Lee Byeong-heon en la que una actividad improvisada se convierte, inadvertidamente, en la gallina de los huevos de oro. Un grupo de cinco detectives (no particularmente heroicos o tácticos) intenta, en todos los sentidos, siempre sin éxito, destacarse frente al severo jefe policial que ahora ha renunciado a creer en el potencial del equipo, prefiriendo disolverlo de inmediato.
La última oportunidad de redimirse será siguiendo a una notoria banda de narcotraficantes. Una operación que requerirá mucho tiempo, identificada en un restaurante de pollo frito e ideal para no llamar la atención. Sin embargo, la situación se complica cuando son besados por el éxito. Su cocina se vuelve viral y las colas de clientes interminables. Una trama que ha sido utilizada anteriormente en filmes como Granujas de medio pelo (2000) de Woody Allen.
*Conclusiones
¿Es más fácil detener el tráfico de drogas o hacer un delicioso pollo frito? Lee Byeong-heon fabrica una bolsa de fuego que lanza a toda velocidad, alargando las secuencias y desencadenando una caída tras otra. Una concatenación de gags efecto dominó que instauran un espíritu pop inmediato.
Un producto diseñado para complacer las necesidades del espectador promedio; sobrevalorada pero simpática.
Escrito por Soraya Unión Álvarez
