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Voto de Cinemagavia:
6
Comedia. Drama. Romance A punto de retirarse, una mujer de la clase media descubre que su marido ha estado teniendo una aventura con su mejor amiga, y por ello decide irse con su hermana bohemia, que vive en una zona empobrecida. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2018
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Calificación: 6,5

Bailando la vida nos acerca a la vida de Sandra una mujer refinada y algo altiva. Su marido Mike, un agente recién retirado, acaba de recibir el título de Lord por sus años de servicio en la Policía y por fin ambos van a poder disfrutar de la jubilación en su chalet. Pero su vida se desmorona cuando descubre que Mike la está engañando con su mejor amiga. Así, Sandra se ve obligada a vivir con su alocada hermana Bif en un barrio de los suburbios. A pesar de que ambas son completamente opuestas, Sandra pronto encontrará en el baile, un nexo de unión con su hermana y una nueva forma de ver la vida.

La comedia dramática creada por Richard Loncraine hace hincapié en las relaciones dentro de la madurez. En ese momento en el que parece que todo llega a su fin, Bailando la vida invita al espectador a seguir buscando el ritmo, sin importar la edad ni los reveses que se presenten y que pueden hacernos perder los pasos.

El gran acierto de Bailando la vida es sin duda su reparto coral, encabezado por Imelda Staunton y Celia Imrie. Las dos actrices componen el alma del film y son capaces desde sus diferentes registros de hacer que esta historia sencilla llegue al espectador. Perfectamente acompañadas por Timothy Spall, este trío de ases es el motor principal de una película que por momentos puede resultar excesivamente predecible en su planteamiento y poco arriesgada

El otro punto fuerte de Bailando la vida, que hará las delicias de quienes vayan a verla, es su humor. Chistes muy sutiles que recuerdan a otras comedias inglesas de éxito y que amenizan y suavizan los momentos de tensión del film.

La fotografía, firmada por John Pardue apuesta por dos colores fundamentales: gris y dorado. Veremos tonalidades grises y más apagadas en los momentos más dramáticos frente a los tonos dorados que aparecen en los momentos más cómicos. En conjunto, una fotografía con reminiscencias otoñales que recuerda al ocaso y simboliza las dos caras de la madurez.

La otra cara de la moneda la firma un guion que se torna en algunos momentos lento y predecible. Este ritmo descompasado lo salvan las grandes interpretaciones del dúo Staunton-Imrie. No obstante, la película está correctamente salpicada por escenas cargadas de emoción y risas, invitándonos a no abandonar la historia pese a aventurar cuál es el final.

Como si fuera una coreografía de un mashup, Bailando la vida combina momentos de absoluta genialidad con un mensaje cargado de esperanza. Richard Loncraine nos presenta un viaje hacia la senectud en el que el baile ayuda a los protagonistas a que no pierdan el ritmo. A pesar de que su mensaje solo conecte con un público más adulto y de no ser especialmente ambiciosa en sus pretensiones, conquistará a los amantes de la comedia inglesa.

Escrito por Diana González Prieto

https://cinemagavia.es/bailando-la-vida-critica-pelicula/
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