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Voto de Cinemagavia:
2
Romance. Drama Creyendo que han dejado atrás las sombras del pasado, los recién casados Christian y Anastasia disfrutan de su relación y de su vida llena de lujos. Pero justo cuando Ana empieza a relajarse, aparecen nuevas amenazas que ponen en riesgo su felicidad. Adaptación del final de "50 sombras de Grey". (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anastasia (Dakota Johnson) y Christian (Jamie Dornan) ven culminar su ardorosa (que no ardiente) pasión en una boda blanca, con la falsa ilusión de que todas las sombras más oscuras de su pasado han quedado… bueno… en la película anterior.

Así que salen de luna de miel a Europa en la única manera en la que los ultramillonarios lo hacen: yates, aviones privados, exclusivos spots turísticos, fashion y glamour al tope….. Estando allá, el señor Grey es avisado que hubo un intento de ataque en sus oficinas.

Al parecer, algunas nubecillas insidiosas se empeñan en oscurecer su romance.

Y sí, Jack Hyde (Eric Johnson) el perverso exjefe de Anastasia (despechado y despedido), reaparece en escena para tratar de arruinarles su lujosísima felicidad y tórridas noches de sexo.

La lúbrica exhibición de “porno para mamás” llega a su desenlace en el esperado momento de “sentar cabeza, planear una familia y ser muy felices por siempre” y para demostrar que pueden sostener una tercera instalación de una trama que se hubiera podido resumir en 20 minutos, nos recetan una especie de larguísimo videoclip de varias de las rolas que posee el soundtrack; (que una vez más cabe decir han sido lo más rescatable de la serie completa).

De esa forma, la trama se resume en un set de varias rolitas cachondas para desenfrenar fantasías, mientras alrededor pasan varios acontecimientos que sirven a manera de plástico de burbujas, para empacar un guión frágilmente construido basado en un texto de una repetición e inconsistencia monumentales.

Basta decir que se empieza con la escena de la boda que podría rivalizar sin pena con la boda de Bella y Edward en Crepúsculo. Encajes, velos, lujo, flores y crema chantilly al por mayor, mientras Ana se abrocha los botones de su traje nupcial.

y hace su entrada y sus votos.

La temática general y el desarrollo de los personajes es tan pobre y lleno de clishes que difícilmente se podría elegir cuál de todos los plots es el más arquetípico en el peor sentido de la palabra.

Es muy fácil que de inmediato surja enorme el pensamiento de: cuánto de manipulación (y profusa entrega de lo esperado) a un público sin exigencias, al que se le conquistó prometiéndoles “noches de pasión desenfrenada” puede caber en casi dos horas? Las posibilidades son… infinitas. Pero sin duda estas Sombras liberadas dan buena cuenta de ello.

Pero, no todo está perdido; llega un momento en el que la película comienza a volverse contra sí misma, o vamos a llamar a “reconformarse”, como una sátira cómica de todo su contenido y abordando ese camino, la comicidad involuntaria puede ser la estrella absoluta. Solo hace falta saber leer entre líneas y puede pasarse un momento sumamente divertido riéndose a mandíbula batiente por el enorme cúmulo de insensatez con el que sin piedad se bombardea a la audiencia.

También, en un deslavado intento por llenar el puntito del “empoderamiento femenino”, Ana posee varios diálogos que reafirman que cuando se es megamillonario no hace falta nada más para “empoderarse” que sacudir la cartera; se pueden dar “respuestas agudas” o tomar actitudes de poder solo porque se ostenta un título que anteriormente no se tenía. Dando como resultado no un empoderamiento, sino una prepotencia exultante.

Si algo hay que reconocerle a Dakota Johnson es que ella es en lo que se sostiene la película, no nos sorprende en nada pero al menos es consistente con su personaje y tiene sus chispazos de buen humor. En lo que respecta a Jamie Dornan poco se puede decir más que, independientemente de sus atributos físicos, el personaje siempre le quedó grande y que si es buen actor, se reservó sus talentos para una mejor ocasión.

Ni hablar de todos los personajes del coro, ni de las situaciones colaterales, porque solo sirven en la medida en la que intentan (siempre sin éxito) atentar contra la calentura de Ana y Christian, todo el elenco restante se convierten en “extras” cuyo rol casi es de “árbol #2” dentro del glamoroso videoclip de lujo extremo y música ambiental para cuando se necesitan justificaciones para tener sexo.

Algo de lo que no puede escapar la película es de tener el final conocido por los lectores de las novelas y fácilmente imaginable por cualquier ser humano que vea cinco minutos de la película 1. Puedes tener sexo a raudales en las maneras más extremas, pero al final triunfa resplandeciente e inmaculado el amor y la familia.

Tal vez no importa que 592 páginas de este volumen en novela escrita posean o no justificación, estructura de sus personajes, crecimiento de la trama o giros inesperados para mantener la tensión… sino que según sus promotores “plantee una “fábula romántica”; cada quién es libre de pensar lo que quiera.

Lo que es indubitable es que el leitmotiv principal de toda la trama, el ingrediente de los juegos sexuales, se ha hecho tan rutinario que ya no sobresalta a nadie, la propuesta del juego de poder entre ambos tampoco es para tirarse de los pelos nos queda muy claro que Ana y Christian no tienen nada más que contarnos, más que incidencias sin relación a la trama sexual y por lo tanto que no dejan de percibirse como “añadidos” casi sin importancia: si Christian canta o no, o si es capaz de derramar una lágrima. Si Ana es la reencarnación de Fitipaldi o si es solo un nuevo modelo de esposa perfecta de Stepford con aditamentos sexuales.

Al final como en toda historia tradicional se casaron y fueron muy, muy felices e inmensamente millonarios. El cuarto rojo se hizo sala de televisión y los juguetes sexuales se donaron al museo del sexo en Holanda. Salieron en portadas de revistas del corazón, compraron una casa en los Hamptons y mientras su incalculable fortuna seguía creciendo, tuvieron todos los hijos que Dios les mandó. La vida es maravillosa!.

Escrito por Fabian Quezada Leon
https://cinemagavia.es/critica-cincuenta-sombras-liberadas-pelicula/
Cinemagavia
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